En Bogotá permanece bajo pronóstico reservado el soldado neivano Sebastián Díaz Amaya, quien sufrió graves quemaduras tras ser atacado con gasolina junto a un subteniente en Villagarzón, Putumayo.

El hecho ocurrió en la zona rural de Villagarzón, Putumayo, donde un grupo de personas atacó a dos uniformados del Ejército Nacional. La gravedad de las lesiones del soldado obligó a su traslado a Bogotá, donde permanece en estado crítico. La indignación por la violencia contra los miembros de la fuerza pública se extiende por todo el país.


El soldado profesional Sebastián Díaz Amaya, oriundo de Neiva, Huila, y el subteniente Miguel Ángel Mejía resultaron gravemente quemados. Díaz Amaya se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital bogotano, mientras que Mejía, con quemaduras en el 30% de su cuerpo, también recibe atención médica especializada. Las autoridades aún no han revelado la identidad de los agresores.


Los uniformados realizaban operaciones contra economías ilícitas en la vereda Siloé cuando fueron sorprendidos por un grupo de personas que les arrojaron gasolina y les prendieron fuego. Tras el ataque, fueron evacuados a un centro asistencial en Florencia, Caquetá, y posteriormente remitidos a Bogotá por la complejidad de sus heridas. El Ejército Nacional ha desplegado un operativo para capturar a los responsables.


Este violento ataque pone en evidencia la compleja situación de seguridad en algunas zonas del Putumayo, donde grupos armados ilegales operan con impunidad. La recompensa ofrecida por el Ministerio de Defensa busca incentivar la colaboración ciudadana y garantizar el esclarecimiento de los hechos. El caso deja en alerta a la población y genera preocupación por la seguridad de las fuerzas del orden que operan en zonas de conflicto. Se espera que las investigaciones permitan identificar a los responsables y llevarlos ante la justicia.