Por: Miguel Angel Trujillo

El presidente pidió perdón por violaciones a los derechos humanos en San José de Apartadó y propuso un encuentro entre jóvenes de ambas comunidades, conmovido por la situación en Gaza.

En un emotivo acto en la Casa de Nariño, el presidente Gustavo Petro ofreció disculpas a la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, cumpliendo un acuerdo con la CIDH. Su gesto incluyó una inesperada propuesta de encuentro intercultural.


Este acto histórico se enmarca en el largo proceso de reparación por las graves violaciones a los derechos humanos sufridas por la comunidad de San José de Apartadó desde 1997, víctimas de la violencia del conflicto armado colombiano. El evento, transmitido en vivo, buscó cerrar una herida profunda en la memoria colectiva del país. La comunidad ha sido un ejemplo de resistencia pacífica ante la adversidad.


El presidente Petro, visiblemente emocionado, expresó su arrepentimiento por el sufrimiento causado y señaló la necesidad de construir un futuro de paz, no solo en Colombia sino también en otras partes del mundo que sufren violencia. "Que esos jovencitos palestinos no pierdan su corazón en el odio", dijo, con lágrimas en los ojos, al referirse a la difícil situación en Gaza.


El acto fue presenciado por miembros de la comunidad de San José de Apartadó, representantes de la CIDH, y funcionarios gubernamentales. La propuesta de intercambio juvenil entre San José de Apartadó y Gaza busca fomentar la solidaridad y el diálogo entre jóvenes de contextos similares marcados por el conflicto armado y la resistencia. La iniciativa pretende crear puentes de entendimiento a través de una experiencia compartida de resiliencia.


Este acto de perdón, más allá de su significado simbólico para Colombia, abre un espacio para la reflexión sobre la responsabilidad internacional en la construcción de paz y la necesidad de abordar la problemática de la violencia de manera integral, considerando las consecuencias globales del conflicto y las múltiples formas en que impacta a las poblaciones más vulnerables del mundo. La iniciativa de un encuentro entre jóvenes colombianos y palestinos representa un gesto de esperanza, aunque aún enfrenta desafíos logísticos y políticos.