Por: Bryan Steven Cardona Ciceri

Este 17 de mayo, en el Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia, sobrevivientes de terapias de conversión en Colombia comparten sus experiencias y piden legislación que prohíba estas prácticas.

En el parque de los Hippies, en Chapinero, se congregó la comunidad LGBTIQ+ para conmemorar un día de lucha global que desde 2005 busca erradicar la discriminación por orientación sexual e identidad de género. Este año, el evento "Del estigma a la dignidad" se centró en las voces de quienes han sobrevivido a las llamadas terapias de conversión, prácticas ampliamente desacreditadas y condenadas por organismos internacionales de derechos humanos.

Durante el evento, varios sobrevivientes compartieron testimonios desgarradores sobre los abusos sufridos bajo el pretexto de "curar" su orientación sexual o identidad de género. Estas historias fueron presentadas ante la Defensoría del Pueblo y la congresista Iris Marín, destacando la urgencia de una legislación que proteja a la comunidad LGBTIQ+ de estas prácticas.

A pesar de la condena internacional, estas prácticas no están oficialmente prohibidas en muchos países, incluido Colombia. Sin embargo, el proyecto de ley "Nada que curar" busca cambiar esta realidad, proponiendo la prohibición total de las terapias de conversión en el país. La iniciativa ha ganado apoyo tras las impactantes revelaciones y el creciente reconocimiento de los derechos LGBTIQ+.

La congresista Carolina Giraldo, impulsora del proyecto de ley 365 C, subrayó la importancia de esta legislación: “Las prácticas de conversión no son terapias. Son tortura. Nuestro deber como Congreso es garantizar que ninguna persona vuelva a ser sometida a estas violencias bajo ningún pretexto”. Este mensaje resuena como un llamado a la acción para proteger la dignidad y los derechos de todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género.