Una joven de 21 años resultó gravemente herida tras una agresión con una botella en la madrugada del domingo en Saladoblanco. Ángela González sufrió una herida profunda en la cabeza y podría tener una hemorragia cerebral.

En la madrugada del domingo, una fiesta terminó en tragedia en el barrio Centro de Saladoblanco. Ángela González Claros, de 21 años, fue víctima de una brutal agresión que la dejó con una herida grave en la cabeza, requiriendo 30 puntos de sutura.

La riña comenzó entre la hermana menor de Ángela, de 17 años, y la esposa de Ismael Ramírez, junto a tres de sus hijas. El altercado se intensificó, involucrando a otros asistentes a la reunión. Según testigos, hubo heridos con arma blanca, aunque los detalles aún son confusos. La situación parecía calmarse cuando la familia Ramírez abandonaba la vivienda.

Sin embargo, Ismael Ramírez, a cierta distancia, llamó a Ángela. Cuando ella se giró, él le arrojó una botella de vidrio que impactó en su frente. La joven cayó inconsciente y fue trasladada inmediatamente al hospital local. Su hermana mayor confirmó la gravedad de la herida y la posterior remisión a Pitalito para evaluar una posible hemorragia cerebral.

Este incidente pone en relieve la necesidad de fomentar una cultura de paz y respeto en nuestras comunidades. La violencia, especialmente la agresión física, tiene consecuencias devastadoras, como lo demuestra el caso de Ángela. Las autoridades deben investigar exhaustivamente los hechos para determinar las responsabilidades y aplicar la justicia correspondiente, asegurando que este tipo de actos no queden impunes. Mientras tanto, la familia de Ángela espera noticias sobre su estado de salud y confía en que las autoridades les brinden el apoyo necesario en este difícil momento. La Policía, según informó la familia, ya orientó a las víctimas sobre el proceso de denuncia una vez que Ángela esté en condiciones de declarar.