domingo, 18 mayo 2025
Por: Ricardo Perdomo Pinzón
La dinastía Zuleta, una de las más grandes expresiones del folclor y la cultura caribe, que compromete a cuatro generaciones de músicos extraordinarios, resolvió participar con todo su prestigio, linaje y casta, en el concurso para elegir Rey Vallenato, en la versión 58 del Festival de la leyenda Vallenata, realizado en homenaje a Omar Geles (q.e.p.d), gran músico y compositor, que en forma inesperada y a muy temprana edad, se nos fue físicamente, pero quedo incrustado para siempre, en el diario vivir de todos sus seguidores; pues no hay día ni hora del año, en que por las redes sociales, emisoras y demás medios de difusión, no escuchemos una de sus grandes canciones, que nos llegan e inundan nuestros sentimientos; bien por el esplendor mismo de la canción, o bien porque su letra, contenido y mensaje, coinciden con nuestra propia vivencia.
La responsabilidad del miembro de la dinastía Zuleta, en ese pugilato musical, de auténticos gladiadores del acordeón, que se libró en las eliminatorias de la plaza Alfonso López, la Feria Ganadera y el Parque de la Leyenda Vallenata, recayó sobre las manos (con dedos y todo) de Iván Zuleta Barros, prominente músico digitador del acordeón y verseador de primera línea, quien desde muy niño, comenzó a mostrar su casta y a palpar la gloria, de la mano del cacique Diomedes Díaz, que tras la muerte de Juancho Rois, lo eligió, como su compañero de viaje musical.
Los días previos a la coronación de Iván Zuleta, su participación y la de sus contendores más fuertes, se convirtieron en un festival de murmullos y especulaciones, solo comparable a los dimes y diretes que el maestro Roberto Calderón, plasmó en la canción “Ganó el Folclor”, que relata el entusiasmo febril del pueblo Sanjuanero, pidiendo a gritos de corazón abierto, la unión y encuentro musical de Diomedes Díaz con Juancho Rois.
Iván Zuleta Barros viene de una de las dinastías musicales, más grande del caribe colombiano. Es nieto de Emiliano Zuleta Baquero; un juglar que dio variada música a la provincia de padilla y que en los últimos años se convirtió en un fenómeno musical de alcance internacional, a raíz de su obra La Gota Fría. Es bisnieto de la Vieja Sara (Sara María Baquero Salas), personaje mítico, matrona del folclor vallenato y alcahueta de parranderos que la visitaban en el Plan, caserío donde vivía; era una especie de oráculo de todos los músicos de la época, incluidos Rafael Escalona, Poncho Cotes, Leandro Díaz, entre muchos otros que la visitaban. . Iván Zuleta, nació con ese don musical que lleva en su sangre; es hijo de Fabio Zuleta y sobrino de toda esa chorrera de hijos del viejo Emiliano y Carmen Díaz, dentro de los cuales podemos destacar a Emilianito, Poncho, Mario y Héctor Zuleta Díaz, que fueron los referentes de la vida musical; sin perder de vista la Gran Influencia de Toño Salas, gran acordeonero y decimero de la región, hermano medio del viejo Emiliano.
Hay algo muy importante en la vida de Iván Zuleta, que es la parranda, que tiene un contenido explícito y profundo en la vida del hombre caribe, no necesariamente por el epíteto de parrandero, sino porque la parranda es donde se encuentran muchos personajes de la vida real de ese macondo lleno de anécdotas y picaresca, que habla García Márquez en su obra cumbre, para compartir un buen hervido (sancocho) de chivo, pescado, gallina o cualquier animal que corre y vuela, al lado de mujeres hermosas, amenizados con cuentos y anécdotas, que dieron origen a grandes canciones que hoy se registran como auténticos clásicos de la música vallenata. Es en ese mundo, donde Iván Zuleta, nace a la vida musical y folclórica, con un estilo propio y siendo aún muy joven, aglutina un componente musical de varias generaciones, que han dado lustre a sus más de treinta años de vida, entregada al acordeón y los versos que en un mano a mano, lo hacen imbatible e inconfundible.
Iván Zuleta es la continuidad de una generación de músicos guerreros de esta dinastía que junto al mundo Vallenato, perdió a una estrella rutilante y fugaz, con la muerte temprana de Héctor Zuleta Díaz, hermano menor de la segunda camada de grandes verseadores y digitadores del acordeón vallenato. Iván Zuleta salió como un tigre de la cueva que le sirvió de refugio en varios meses de preparación, para mostrar su casta y tradición del vallenato real; convenció al público, en una gran batalla musical, librada ante rivales que también se lucieron con destreza y maestría exquisita en su digitación. La batalla librada, se adornó, con la interpretación impecable y cadenciosa del vallenato clásico de antaño, en todos los aires (paseo, merengue, puya y son), que interpretó con sapiencia y medida justas; razones poderosas, para que el jurado lo coronara Rey Vallenato de la versión 58 del Festival de la Leyenda Vallenata, distinción a la que solo acceden aquellos músicos que han hecho historia y dejan huella en este mundo historial.
Felicitaciones al nuevo Rey Iván Zuleta Barros y nuestros más sinceros deseos para que pueda realizar en su año de reinado, todas las obras y gestiones que anuncio la noche de su coronación. Cuanto quisiera yo, tener las condiciones artísticas, musicales y folclóricas que tiene el nuevo Rey Vallenato; pues en mi caso personal, aunque llevo la música en la sangre, tengo muy mala circulación.
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