Por: Ulpiano Manrique Plata

Buenos días

Durante mi juventud, con varios compañeros de colegio, decidimos conformar un centro de estudios literario e histórico entre algunos de los integrantes se encontraban Luis Alberto Diaz Méndez, Luis Humberto Villarruel Losada, Diógenes Plata Ramírez, José Ignacio Lugo entre otros con el propósito de analizar diversos temas relacionados con la vida social y política del país. Una de las primeras obras literarias e históricas que abordamos fueron los dos tomos titulado "Grandes conflictos sociales y económicos de nuestra historia", escrita por Indalecio Liévano Aguirre, reconocido historiador, diplomático y político colombiano. En esta obra, el autor realiza un análisis profundo de los principales conflictos que han marcado la historia de Colombia desde la época colonial hasta comienzos del siglo XX. Su enfoque va más allá de una simple narración; propone una mirada crítica y estructural que busca desentrañar las causas profundas de la violencia política, la exclusión social y la fragilidad institucional que han caracterizado el devenir histórico del país.

El autor plantea que la historia de Colombia ha estado determinada por: La lucha entre proyectos políticos antagónicos, especialmente entre liberales y conservadores, donde el poder ha sido concebido más como botín que como instrumento para construir nación.

Una élite dominante que ha controlado el poder económico y político, marginando a amplios sectores sociales como campesinos, indígenas y clases trabajadoras.

La ausencia de una verdadera reforma agraria y de una redistribución del poder, lo que ha generado continuas explosiones de violencia (guerras civiles, violencia bipartidista, conflicto armado).

Una debilidad estructural del Estado, que ha sido incapaz de integrar a todas las regiones y sectores del país, dejando vacíos que otros actores han ocupado (caciques politiqueros, guerrillas, paramilitares integrados al narcotráfico).

Liévano insiste en que Colombia no ha logrado aún resolver los problemas fundamentales de su organización social y política, y que el desconocimiento del pasado contribuye a repetir los mismos errores. Los planteamientos de Liévano Aguirre siguen siendo dolorosamente vigentes. Su análisis permite entender muchos rasgos persistentes de la política colombiana entre ellas podemos enunciar:

1. Polarización ideológica: Aunque hoy los partidos tradicionales han perdido protagonismo, las divisiones entre modelos de país (neoliberal vs. reformista; centralista vs. regionalista) siguen generando tensiones similares a las del siglo XIX.


2. Exclusión y desigualdad: Las causas estructurales de los conflictos —como la concentración de tierras, la pobreza rural y la exclusión política— siguen sin resolverse del todo, y han mutado en nuevas formas de conflicto.


3. Violencia como medio de resolución de conflictos: La persistencia del narcotráfico, las economías ilegales y los grupos armados insurgentes encuentran sus raíces en los vacíos estatales históricos que Liévano denunciaba.


4. Crisis de representación y legitimidad: La desconfianza en las instituciones políticas, el clientelismo y la corrupción muestran una herencia directa de la tradición política patrimonialista que el autor critica.

Conclusión

Indalecio Liévano Aguirre, a través de su obra, hace una advertencia profunda: sin un cambio estructural y sin memoria histórica, Colombia está condenada a repetir su conflicto. Su llamado sigue siendo urgente: construir un proyecto nacional incluyente, pluralista y justo. Entender los grandes conflictos del pasado es un paso necesario para construir una paz duradera y una democracia real. Con este primer artículo iniciamos analizando esta obra literaria e Histórica que seguiremos narrando en el transcurso de las semanas siguientes. Buen día y muchas gracias.