Por: Alfonso Vélez Jaramillo

 

Si quieren que la Universidad Surcolombiana USCO, siga siendo la líder de la educación publica en el Huila y el Sur del país, deben servir fielmente a su vida institucional y apartar las aspiraciones políticas personales de su entorno, lo digo para todos.

Una cosa es tener principios, ideas y aspiraciones políticas y, otra utilizar el centro educativo como plataforma para sus pretensiones personales, para luego lavarse las manos y señalar sin piedad a los demás, de impuros.

En pocas palabras, la USCO debe ser despolitizada y desjudicializada, por quienes tienen el interés de usufructuar sus recursos.

Es meritorio y debe apoyarse el llamado sin precedentes, que hizo la rectora Nidia Guzmán Durán, a los organismos de control Procuraduría, Contraloría y Personería, para que vigilen y acompañen el proceso eleccionario del nuevo rector.

Si estos organismos cumplen su deber y ejercen estricta vigilancia y control como reza la Ley, se garantiza la participación de los candidatos en igualdad de condiciones y sin preferencias políticas y oficiales.

Destacable que además haya invitado de manera general a los periodistas y los medios al cubrimiento con todas las garantías. Inclusive, a las demás personas interesadas en hacer un seguimiento a ese proceso.

Genera confianza que la USCO, no permita la mediación del personal administrativo de planta o por contrato con el fin de evitar que los recursos de la universidad favorezcan a alguno de los candidatos, salvo lo dispuesto en la ley.

Así lo estableció el Comité Administrativo de la USCO, integrado por delegados de todas las dependencias administrativas, con el fin de frenar abusos como los que años atrás por intereses políticos casi acaban con la universidad.

La terna de los candidatos está compuesta por Alexander Quintero Bonilla, Pedro León Reyes Gaspar y Abelardo Poveda Perdomo, totos con méritos y unos más conocidos que otros en el ambiente social, pero todos académicos.

Las elecciones estamentarias serán el 24 de abril y el nuevo rector deberá posesionarse el día 7 de julio, de acuerdo con el cronograma prestablecido.

El peligro, así lo nieguen e implícitamente no reconozcan, es que revivan los enfrentamientos que en el inmediato pasado hubo por el poder administrativo y académico de la USCO.

En aquellos días hubo momentos de tensión, desafíos personales, acusaciones, investigaciones judiciales y una vergonzosa y desalentadora interinidad de 6 rectores en menos de 2 años.

La politización de la USCO, puso en peligro su vida institucional y en virtual riesgo de haber sido intervenida por los escándalos, especialmente, la judicialización de sus procesos.

Afortunadamente la intervención no ocurrió, pero quedó el sabor amargo de su tácita politización y judicialización que, por poco la mata, porque prácticamente paralizó y perjudicó la imagen institucional del alma mater.

En esas condiciones el anunció de la rectoría y el Comité Administrativo para frenar abusos, es pertinente y genera un ambiente de confianza, afectado años atrás por intereses políticos y de odios.

No obstante, es insoslayable mencionarlo, que un grupo político, especialmente Verde, de ingratos recuerdos, que contra viento y marea y a cualquier costo, trata de tomarse de nuevo el control de la Universidad Surcolombiana.

 

Ojalá no se revivan las persecuciones como la que se hizo en plena campaña pasada contra la profesora Nidia Guzmán.

 

Trataron de detenerla. Las pruebas lo dicen todo, así me señalen, me insulten y traten de acabar con el nombre que he ganado como periodista desde hace más de 50 años.

 

Lo advertí, lo comprobé y de manera categórica lo afirmé y demostré con base en documentos oficiales de la Procuraduría, la Corte Constitucional y el Consejo de Estado, y no me lo inventé yo, que hubo un montaje para deshonrar y desacreditar su campaña a la rectoría.

 

Buscaban de manera ladina, un proceso penal o disciplinario contra cualquiera que tuviera interés en la rectora u otro cargo de la Universidad Surcolombiana para sacarlo del paso.

 

Por lo anterior es bien importante que la ciudadanía apoye a la Universidad Surcolombiana, para evitar que la politización y judicialización pongan de nuevo en riesgo su vida institucional, un activo huilense que no puede ponerse en peligro.