El debut del escenario Vive Claro en Bogotá se vio opacado por las quejas de vecinos y asistentes tras el concierto de Green Day, por exceso de ruido y fallas en infraestructura.

La noche del 24 de agosto, la capital colombiana presenció un concierto multitudinario que generó controversia. El evento, parte de la gira 'Saviours Tour' de Green Day, desató una ola de críticas por los altos niveles de ruido y problemas en el recinto.

El concierto de Green Day, anunciado como el evento principal de la inauguración del escenario Vive Claro, formó parte de una jornada musical que comenzó con la presentación de la banda Bad Nervers. Las puertas del recinto abrieron a las 4:30 PM, con un horario previsto para el inicio del concierto de Green Day dos horas después de la presentación de la banda telonera. La expectativa era alta, pero la realidad fue diferente para muchos.

Vecinos de los barrios cercanos reportaron una alta contaminación auditiva, superando ampliamente los decibeles permitidos. Algunos asistentes también expresaron su preocupación por la inseguridad y el movimiento excesivo de las graderías durante el concierto. Estas quejas se suman a las deficiencias en la infraestructura y organización del evento, generando malestar entre la comunidad.

El concierto, que se extendió por varias horas, causó molestias entre los residentes, quienes denunciaron la falta de consideración hacia la comunidad. El excesivo volumen, la vibración del suelo y la afluencia de personas en la zona, perturbaron la tranquilidad del vecindario. La falta de respuesta por parte de la organización del evento hasta el momento, alimenta la inconformidad y presagia posibles acciones legales por parte de los afectados. La situación deja al descubierto la necesidad de una mejor planificación y gestión de eventos de esta magnitud, considerando el impacto en la comunidad. Las protestas vecinales, expresadas a través de carteles y pancartas, reflejan la urgencia de una solución.