Por: Miguel Angel Trujillo

El presidente Trump criticó duramente a Israel por atacar a Irán horas después de un alto al fuego negociado, exigiendo el cese inmediato de las hostilidades y amenazando con consecuencias. La tensión entre ambos países permanece alta.

Este martes, desde los jardines de la Casa Blanca, el presidente estadounidense Donald Trump manifestó su enojo ante los nuevos ataques israelíes contra Irán, a pesar del reciente acuerdo de cese al fuego. Su reacción fue inmediata y contundente, instando a ambas naciones a la calma. La cumbre de la OTAN en La Haya se ve eclipsada por esta nueva escalada de tensión.


El anuncio de un alto al fuego entre Israel e Irán, tras 12 días de intensos combates, fue rápidamente quebrantado por nuevos bombardeos israelíes. La Casa Blanca confirmó que el presidente Trump estaba al tanto de la situación y negoció directamente con el primer ministro Benjamín Netanyahu. Esta situación ha generado una profunda incertidumbre en la región y la comunidad internacional.


El mandatario estadounidense, antes de partir a la cumbre de la OTAN, condenó los ataques y emitió un mensaje directo a través de Truth Social: “Israel, no lances esas bombas… haz regresar a tus pilotos ahora”. Trump reiteró que no busca un cambio de régimen en Irán, afirmando que solo generaría más caos. Israel, por su parte, justificó sus acciones alegando violaciones del acuerdo de alto al fuego por parte de Irán.


Irán denunció tres oleadas de misiles israelíes durante la tregua, mientras que Israel confirmó la destrucción de un radar cerca de Teherán, argumentando que se trató de una respuesta a las violaciones iraníes. Las contradicciones entre las versiones de ambos países, sumadas a la férrea posición de Trump, hacen prever una situación compleja y con un futuro incierto en la región. La falta de transparencia y la persistencia de las acusaciones mutuas dificultan la construcción de una paz duradera y ponen en jaque la estabilidad regional.