Por: Maria Camila Gonzalez Mosquera

El presidente Trump impuso aranceles del 50% al acero y aluminio, golpeando duramente a socios comerciales como Canadá, México y la UE. La medida, efectiva desde el 4 de junio de 2025, desata una nueva escalada en la guerra comercial global.

El 3 de junio de 2025, Donald Trump firmó un decreto que duplica los aranceles a las importaciones de acero y aluminio. Esta decisión, anunciada en una planta de U.S. Steel en Pensilvania con la presencia de representantes de Nippon Steel, tiene como objetivo proteger la industria estadounidense. La medida, que entró en vigor al día siguiente, impacta directamente a varios países, intensificando las tensiones comerciales internacionales.


La decisión de Trump fue criticada duramente por líderes mundiales. El Comisario europeo de comercio, Maros Sefcovic, expresó su preocupación, mientras que el presidente chino Xi Jinping condenó la medida como una escalada proteccionista. Ninguno de ellos ha emitido declaraciones públicas directas, pero se espera una respuesta oficial próximamente. La industria del acero global reacciona con incertidumbre ante esta decisión unilateral.


El decreto presidencial se firmó en Washington D.C. y luego se anunció formalmente en la planta de Pensilvania, en un evento simbólico que pretende mostrar apoyo al sector industrial nacional. El contexto de la creciente inversión japonesa en U.S. Steel añade una capa de complejidad a la situación, generando incertidumbre sobre el impacto de los nuevos aranceles en las futuras alianzas estratégicas. Las negociaciones con la Unión Europea están en un punto crítico tras este anuncio.


El aumento de los aranceles al 50% refleja la persistencia de políticas proteccionistas bajo la administración Trump, intensificando una guerra comercial que genera inestabilidad económica global. La respuesta de países afectados, especialmente China y la Unión Europea, podría desencadenar represalias comerciales, afectando el comercio internacional y aumentando la incertidumbre en los mercados. El futuro de las negociaciones comerciales y la estabilidad económica global dependen de la respuesta a esta medida.