Por: Miguel Angel Trujillo

El 23 de enero de 2026, el Estadio Atanasio Girardot vibrará con el regreso de Bad Bunny a Medellín, prometiendo un espectáculo sin precedentes.

La confirmación ha llegado: Bad Bunny, el ícono de la música urbana, se presentará en Medellín como parte de su tour mundial "DeBí TiRAR MáS FOtoS". El evento, programado para el 23 de enero de 2026 en el Estadio Atanasio Girardot, marca un retorno muy esperado por los fanáticos del artista en la región. Esta ciudad, conocida por su ferviente pasión por la música, espera con ansias la energía y el ritmo que solo el "Conejo Malo" puede ofrecer.

Bad Bunny, cuyo nombre real es Benito Martínez, ha conquistado los escenarios internacionales con su mezcla única de reguetón y trap. Su conexión con Medellín es profunda, habiendo ofrecido algunos de sus conciertos más memorables en esta ciudad. Los fans locales, quienes siguen fielmente cada paso de su carrera, se preparan para una noche que promete ser histórica.

La promoción del concierto comenzó con una intrigante campaña de marketing que incluyó la aparición de sillas blancas en ciudades clave alrededor del mundo. Estas sillas, que replican la portada del último álbum de Bad Bunny, se vieron en lugares emblemáticos de Medellín, generando expectativa y curiosidad entre el público y los medios. Esta estrategia visual no solo aumentó el interés, sino que también subrayó los temas de soledad y anonimato explorados en su música.

La venta de entradas está programada para comenzar con una preventa exclusiva el 8 de mayo, seguida por la venta general el 9 de mayo. Los detalles de la venta han sido cuidadosamente planeados para asegurar un acceso equitativo, incluyendo paquetes VIP para los seguidores más entusiastas. La expectativa es que este concierto no solo sea un hito musical para Medellín, sino también un impulsor de la economía local, atrayendo a visitantes de todo el país y de regiones vecinas.

Este evento no solo reafirma la posición de Medellín como un epicentro de grandes espectáculos en América Latina, sino que también destaca la influencia cultural continua de Bad Bunny en la música global. Con su regreso, el artista no solo trae su música, sino también una experiencia que resonará en los corazones de los asistentes mucho tiempo después de que las luces se apaguen.