Fecha de publicación: 2024-07-08 10:02:39
Los que tenemos la cabellera plateada recordamos que nuestras malas acciones o indisciplinas eran corregidas tanto en el hogar como en la escuela con castigos físicos. En casa, el regaño, el fuete y la correa; y en el colegio, la cachetada, el pellizco, los azotes con la regla en la mano y las cuclillas, sin recreo y sin salir los fines de semana.
2024-07-08 10:02:39
Hoy día, esos castigos corporales están prohibidos porque crean tendencia a desarrollar adicciones y conductas suicidas, trastornos del estado de ánimo como la ansiedad y la depresión, y dificultades en el comportamiento. La verdad es que nosotros no sufrimos nada de esto ni crecimos inadaptados ni con traumas.
En el colegio INEM, donde estudié, llevaban a psicología a los alumnos con problemas en clase.
A mi hija Zulkerine, psicóloga con maestría en didáctica digital y especialización en gerencia de servicios sociales, le pregunté qué función cumplen hoy los docentes orientadores en los colegios cuando se habla tanto de salud mental y de inteligencia emocional.
Padre mío, imagínate que hace unos días, estando en Bogotá, fui con los niños a ver "Intensamente 2". Me emocionaba ver esta película porque, desde mi experiencia en salud mental, creo firmemente que las emociones juegan el papel más importante para lograr ese tan anhelado bienestar. La OMS define la salud mental como “un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente, y contribuir a la mejora de su comunidad”. Cuando pienso en esta definición, pienso en inteligencia emocional y habilidades socioemocionales.
Todos deseamos "estar bien". Queremos tranquilidad, un ambiente de trabajo agradable y paz en casa, poder dialogar sobre lo que nos molesta y compartir sin conflictos. Sin embargo, como la salud mental no duele físicamente, no le prestamos atención hasta que no podemos dormir, sentimos miedo, angustia o no podemos respirar. Pensamos que estamos enfermos de otra cosa y buscamos un médico, quien nos dice que nuestra "salud mental" no está bien. Esperamos que los medicamentos obren de inmediato, aunque olvidemos tomarlos, y si nos remiten a psicología o psiquiatría, peor aún, porque creemos que el psicólogo no puede manejar su vida y mucho menos ayudarnos, y que el psiquiatra es para los locos. Pero esto no es cierto. Los profesionales están calificados y debemos buscar un buen psicólogo, así como buscamos un buen médico. Invertir en nuestra salud mental es crucial para nosotros y nuestros seres queridos.
En la sociedad actual y desde la educación, trabajamos para que la salud mental gane su merecido reconocimiento como componente esencial del bienestar general. A pesar de los avances en la comprensión y tratamiento de los trastornos mentales, aún persisten estigmas y malentendidos que dificultan el acceso a los cuidados necesarios.
Cuidar la salud mental no es solo responsabilidad de cada persona, sino de la sociedad en su conjunto. A través de la educación, el apoyo comunitario y la eliminación de estigmas, podemos construir un mundo donde todos tengan la oportunidad de alcanzar su máximo bienestar emocional y psicológico.
Uno de los puntos fundamentales de la salud mental es la inteligencia emocional. De esto se trataba "Intensamente". Es más que una película infantil; es una exploración profunda y emocional de la mente humana. La película nos recuerda que todas las emociones, incluso las que a menudo consideramos negativas, son esenciales para nuestro bienestar y crecimiento. Sus creadores han logrado una obra que no solo entretiene, sino que también educa e inspira.
La inteligencia emocional ha sido subestimada, pero su influencia sobre la salud física y mental es innegable. La falta de desarrollo de la inteligencia emocional, conocida como alexitimia, tiene consecuencias significativas. Espero que me des la oportunidad en otro espacio de hablar más sobre la inteligencia emocional y sus beneficios.
