Si bien desde el punto de vista macroeconómico nacional parecería que el panorama no apunta a que será muy positivo, hay aspectos que se pueden rescatar. Uno de ellos, es lo tocante a la modificación de la política de cobranza del ICETEX para los créditos educativos por parte del gobierno nacional y la significativa disminución de las tasas de intereses que estaban comiendo en vida a los deudores en etapa de amortización, como fue mi caso particular.
Para poder dimensionar el impacto de esta decisión del gobierno nacional, expongo mi caso personal. Yo entré en etapa de amortización del crédito para diciembre del año 2021, con un plan de pagos que establecía que la cuota mensual ordinaria sería de $680.000 pesos CONSTANTE. Sin embargo y para una sorpresa poco grata, en el año 2022, el ICETEX tomó la arbitraria y unilateral decisión de incrementar la cuota ordinaria en una “módica” suma de casi $140.000 pesos. Esto es, la cuota empezó a llegar en $816.000 pesos. Y para colmo, gran parte de la cuota se la comían los intereses y el abono a capital era muy mínimo.
El desmadre llegó a tal punto que, para mí, como deudor en etapa de amortización, se volvió insostenible seguir asumiendo ese “módico” incremento. Durante el año 2022, me vi a gatas para poder cumplir con esa obligación.
Por fortuna, el gobierno nacional, en cabeza del presidente Petro, se pusieron la mano en el corazón e intervinieron la política de cobro del ICETEX en ese tema porque a los deudores de los créditos educativos, el IPC y las tasas de interés se estaban carcomiendo al pueblo colombiano y su estudiantado, como también a las personas que se han hecho profesionales producto de un crédito educativo. El impacto es tal que, a partir del año 2023, los créditos en etapa de pago, que tenían tasas que estaban entre el IPC + 7 puntos y el IPC + 12 puntos, a partir de enero y durante el 2023 la tasa se reducirá al IPC + 3 puntos; lo cual, a mi juicio, ¡es MAGNIFICO!
Rescato y aplaudo del gobierno Petro que haya tomado tan sabía decisión, pues es un alivio abismal para nosotros los deudores de crédito educativo con el ICETEX. Soy consciente que mi caso no es el único, muy probablemente, muchas personas también se encuentren en la misma posición en la que yo estuve. Aquellos afectados con una situación similar, les digo: ¡Por fin llegó el alivio!