Fecha de publicación: 2024-05-13 14:11:16
Confieso que, para escribir esta columna de opinión, he decidido colocarme un casco de ingeniero y utilizar un paraguas para protegerme de la cascada de mierda, que, con razón, nos lanzan desde la sociedad que integra lo que se denomina el país nacional, y de manera oportunista y cínica, la oposición.
2024-05-13 14:11:16
Soy un integrante de esa sociedad que trabaja y produce para subsistir y crecer, desarrollando actividades, empresas y negocios lícitos, que me permitan mirar fijamente a la cara de mis padres, de mi esposa e hijos, de mis clientes y amigos, para asegurarles que yo hago parte de esos millones de colombianos, que me gano la plata al estilo antiguo: ¡Trabajando!
Se agotan las palabras y la imaginación para expresar opiniones, frente a la podredumbre generalizada que esta empotrada en casi todos los escritorios de la burocracia nacional. El mega escandalo de la unidad de Gestión del Riesgo, nos tiene en la lona y sin ganas de levantarnos. Si los órganos de control, hacen la tarea de investigación, revisión y verificación de la actividad contractual en todas y cada una de las entidades del Estado a nivel Nacional y territorial, encontraran replicas similares, que están debajo del tapete o tapadas con la incuria nacional. Ser bandidos, pareciera ser el código genético de nosotros los colombianos.
Que este escándalo haya explotado en el gobierno Petro, con funcionarios designados por el propio presidente, ha tenido unas implicaciones profundamente negativas en el grueso de la sociedad, que nos imponen al gobierno y a la sociedad una respuesta firme y hasta las últimas consecuencias, como bien lo ha hecho el Presidente Petro, al solicitar la acción inmediata de los organismos de investigación, para llegar a la raíz de semejante desastre; en el cual por supuesto, también tiene cuota de responsabilidad; pues es el presidente quien nombra o facilita el nombramiento de personas que finalmente se convierten en sanguijuelas, ácaros, polilla, comején y ratas que todo se devoran y roban, con la connivencia del mismo estado, los órganos de gobierno, de control y la justicia misma, que han pasado de agache frente a tanta ignominia nacional. Vamos a tener que utilizar el polígrafo, para evitar que bandidos lleguen al gobierno.
Aunque es por todos conocido, que en todos gobiernos se cuecen estos grandes desfalcos al erario, en asocio de la clase política; debo rescatar como positivo el hecho, que sea en este gobierno, que se haya evidenciado con dolor, lo que un delincuente como Olmedo López, nombrado por el propio presidente, nos haya causado a los colombianos que hemos creído en el gobierno del cambio, semejante vergüenza y desesperanza. Ese tipo, sus testaferros y aliados, merecen que les quiten hasta el último centavo que se robaron y que los manden a la Siberia Rusa, para que lo sometan a trabajos forzados para que aprendan que la plata se gana, es trabajando; y que, a menos 30 grados bajo cero, les den un curso intensivo de sentido patrio, ética, valores y amor al prójimo.
En columna anterior, sostenía que el presidente Petro desde su misma posesión estaba sacudiendo el palo nacional, para que cayeran las naranjas maduras y podridas de nuestra cosecha nacional. Soy liberal progresista y creo firmemente en la transparencia del presidente Petro; pero desde mi modesta opinión, le pido que sacuda el palo del gobierno y la casa de Nariño, para que caigan los que tengan que caer; que saque los colchones al sol, para que las bacterias y ácaros que nos defraudan, mueran o abandonen el colchón, y nos permitan dormir sabroso, como así lo dijo la Vice presidenta.
A los políticos y partidos de oposición que odian al gobierno y al presidente Petro; les digo, que sus fechorías están descubiertas desde hace rato y son iguales o peores que las del despreciable Olmedo; se han dado en todos los gobiernos de ésta república bananera y solo basta con levantar el tapete, para encontrar la podredumbre que hoy los asustan y les hace rasgar las vestiduras, vociferando y denostando del gobierno y del presidente Petro, como si toda esa forma de ver la vida y la cosa pública, no fue incrustada en el alma nacional, por ellos mismos. No se preocupen que con el solo hecho de que la nueva Fiscal General de la Nación, cumpla sus funciones de investigación y ante el pedido presidencial de investigar las bellezas que han ocurrido en la Unidad de Gestión de Riesgos y Desastres, desde su creación hasta el escándalo propio, caerán todos ustedes estruendosamente y sin posibilidad de salvación.
Quisiera solicitarle a nuestro paisano en el Consejo Nacional Electoral, que, ya que no se declaró impedido, solicite por todos los medios legales a su disposición, una revisión de las campañas de Uribe, Santos y Duque; para ver si de casualidad encuentran algún hallazgo de financiación ilegal de sus campañas y violación de topes; pues le confieso, que Odebrecht y la Ñeñe política, me tienen aturdido y sangrando desde hace rato. Le solicito al senador Miguel Uribe Turbay, que con las posibilidades que le permiten la dignidad de su cargo, nos facilite la totalidad de los documentos desclasificados por el presidente Carter sobre su abuelo Julio Cesar Turbay; y adicionalmente, nos cuente como el senador Ciro Ramírez, miembro de su partido, se robó los recursos de la Unidad de Gestión de Riesgos y Desastres. Como estamos seguros, que todos, incluidos los investigadores del CNE, tienen un atado de paja en el culo, ¡la hoguera será muy grande!
Este es el país que me tocó vivir. Colombia es una piscina llena de mierda, en donde muchos estamos suplicando que no hagan olas. Como mecanismo de subsistencia y defensa nacional, convoco a toda la sociedad a cerrar filas contra la corrupción que hoy y siempre se ha mostrado como una política pública que es parte de nuestro paisaje.
