Eso es, señor presidente Gustavo Petro lo que le señalo en esta columna. Ud. ha salido desde el día siguiente al atentado criminal que sufrió el senador y excandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, a cubrir con una estela de sombras a los posibles autores intelectuales del magnicidio que mancho de sangre su gobierno.
El pais no ha tenido respuestas serias y responsables de parte de su gobierno. Ud. se ha dedicado a dar declaraciones, no pedidas, improvisadas que lejos de aportar claridad, generan mayor confusión
Primero señalo a las Farc, dias después a los “esmeralderos” y mas recientemente, a supuestas mafias en Europa y Dubái en los Emiratos Árabes. Todas acusaciones públicas, ninguna respaldada por pruebas ni puestas en conocimiento de la fiscalía general de La Nación.
En derecho, estas manifestaciones se conocen como acusaciones manifiestas: imputaciones hechas sin requerimiento judicial y sin valor procesal. No solo carecen de peso jurídico, sino que pueden verse como una manera de encubrir la verdadera fuente de donde salió la orden de asesinar al senador y candidato presidencial Dr Miguel Uribe, mediante calumnias contra terceros, y esa intromisión puede afectar el curso de la investigación penal.
¿Que lo afana señor presidente para cambiar a cada rato de versión y para señalar a distintos actores sin pruebas, creando una confusión que debilita la confianza ciudadana, confunde a la opinión publica y siembra la sospecha de manipulación oficial de los hechos?
Su función como presidente es garantizar que las autoridades competentes cuenten con todas las herramientas para esclarecer el crimen y llevar a los responsables a la cárcel.
El Parlamento Europeo aprobó una resolución (con 355 votos a favor, contra 173 en contra) que además de condenar el asesinato, advierte que declaraciones “incendiarias” de altos funcionarios públicos, incluida la presidencia, han contribuido al aumento de la polarización, violencia política y discursos de odio en Colombia.
Una pieza clave del pronunciamiento europeo es el énfasis en investigar los hechos materiales, quien disparo, sino quien promovió, instigo o facilito las condiciones para el magnicidio. Esto puede implicar responsabilidad penal si se comprueba que hubo instigación, conspiración, o discurso que motivo el crimen. ¿Lo sabía Ud, señor presidente Petro? ¿A que le teme? Julio Bahamon.