Por: Admin

Lo ocurrido el sábado en la plazoleta de la Alpujarra en Medellín, pasara a la historia como uno de los actos más vergonzosos y amenazantes, protagonizados por el pendenciero presidente Gustavo Petro Urrego. Psicológicamente esa conducta merecería un análisis de su personalidad. A Petro no le ha gustado nunca rodearse de gente decente, sino de gentuza. Tal vez hizo mella en su vida de guerrillero, el hecho que dentro de las filas del M-19 nunca se hubiera destacado, mas bien, fue un anónimo carcelero de los secuestrados en las cárceles de pueblo que le correspondió vigilar. Y allí, aprendió a “cagarse” sobre los secuestrados, es lo que dicen sus antiguos compañeros de bandidaje. De ahí su remoquete de “comandante KKs”
En Medellín apareció en tarima rodeado del lumpen criminal de esa localidad, de siniestros personajes que nadie sabe como fue que salieron de la penitenciaria para ser teloneros del presidente de Colombia.
Petro se dedicó a decir pendejadas, imbecilidades, a engañar al auditorio con el cuento de una asamblea nacional constituyente. Si le quedo difícil la convocatoria de una consulta popular, la tal constituyente será flor de un día.
Que un presidente de la Republica comparta escenario con delincuentes de trayectoria (tuvo que haberle dado pena que lo vieran con Benedetti) en pleno espacio público, y los acoja como si fuesen lideres sociales, no es un desliz, sino una señal clara de descomposición del poder presidencial. Y de complicidad activa con estructuras criminales. ¿En dónde está el ministro de justicia? ¿qué dice el Procurador general de la nación?, ¿la fiscal? ¿El director del INPEC? ¿Como es posible que se viole de manera tan flagrante la ley y no pase nada?
Esa conducta lo que nos enseña es que las intenciones de Gustavo Petro son tenebrosas, y que acudirá a cualquier delito, hasta atentar contra sus enemigos, en este caso, contra el señor alcalde de Medellín el Dr Federico Gutiérrez, ¿o contra el gobernador de Antioquia el Dr Andrés Julián Rendon? ¿O quizás contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez? Cuidado Petro, se esta ud metiendo en camisa de once varas.
Lo que ocurrió en el Alpujarra no es una anécdota, es una acción deliberada del presidente Gustavo Petro, quien ha venido utilizando su mal llamada “paz total” como excusa para legitimar criminales.
La presencia de esos criminales es una provocación a la Constitución Nacional y a las instituciones. Petro ha cruzado una línea que ningún otro presidente ha cruzado. Ha convertido la presidencia de la Republica en una trinchera del crimen. Sabemos lo que quiere hacer Petro: ¿nos vamos a dejar joder? ¿Qué estamos esperando para enfrentarlo? Julio Bahamon,