Actuando como un mandadero servil de la extrema derecha, lo mismo que hiciera en nuestro país como anodino presidente, Iván Duque acudió a reunirse en Israel con el criminal de lesa humanidad Benjamín Netanyahu, posando para una foto como si este genocida del pueblo palestino fuera un prócer digno de ejemplo para la humanidad, asistiéndole plena razón a la representante a la Cámara Jennifer Pedraza, que en las redes expresó “ qué tan miserable tiene que ser uno para ir a lagartearle una foto  a un genocida como Netanyahu, y no le digo genocida porque a mí se me dé la gana decirle así: hace apenas una semana Naciones Unidas acabó de declarar la hambruna en Gaza porque no estuvieron contentos con desplazar los colonos israelíes, a la población palestina de Cisjodania, no estuvieron contentos con bombardear niños y mujeres, sino que ahora están matando de física hambre, a los niños, a los médicos, a las médicas,  a las mujeres, a los periodistas, esto es realmente indignante e inhumano, y no solamente los están matando de hambre porque no haya comida, sino que hay una misión deliberada de boicotear todos los sistemas de supervivencia humana, como el acceso al agua potable, el acceso a medicamentos, y todo esto ha sido provocado y decidido por parte de Benjamín Netanyahu”.

Sin duda auténticamente ruin y despreciable la actuación de Duque que no representa al pueblo de Colombia, sino a la extrema derecha asesina y genocida que encarna Netanyahu, que pretextando legítima defensa que tenía derecho a ejercer Israel frente al terrorismo de Hamás, ha decidido borrar de la faz de la tierra a todo el pueblo palestino con armas y procedimientos que todo el mundo debía repudiar, pero que mira para otro lado de acuerdo a su espectro ideológico, por lo que había que  destacar la intervención de la indignada representante a la Cámara frente al silencio cómplice también  en nuestro país –acostumbrado a la muerte y a la barbarie- con una matanza sin nombre que ha debido concitar masivamente el repudio y la solidaridad mundial, exigiendo la detención del genocida como lo ha ordenado desde el 20 de mayo de 2024 la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra y de lesa humanidad para que cese esta barbarie, que demuestra que el hombre es un lobo feroz para el mismo hombre como con acierto lo dijera Thomas Hobbes, capaz de causar un gran daño  a sus semejantes por razones étnicas, políticas, religiosas y por pura codicia de poder, riqueza material y hegemonía, como lo hemos tenido que ver a lo largo y ancho de nuestra convulsionada historia que solamente ha tenido interregnos de paz en medio de una guerra casi permanente.

Y es que el criminal Netanyahu ha matado más de 60.000 personas, equivalente a 8 bombas atómicas como lo dijera la representante Pedraza, en nombre de su dios Yahvé y al derecho excluyente de existir como su pueblo elegido en medio del todo vale, como lo acostumbra la extrema derecha, que incluye el asesinato indiscriminado de gente humilde y el exterminio en nombre de dioses como no pocas veces ha ocurrido en la siniestra historia de la humanidad, que nos ha avergonzado y nos seguirá avergonzando mientras exista impunidad para estos crímenes que ni los mismos dioses en que creen estos criminales sin nombre como Netanyahu podrían perdonar. Toda nuestra solidaridad con el pueblo palestino.