Fecha de publicación: 2024-06-09 11:31:27
Por estos días y gracias al Presidente Gustavo Petro, la palabra ‘constituyente’ ha sonado por doquier, y a esa palabra sus aliados y contradictores le han agregado otros conceptos enredando tanto el tema que han terminado hablando hasta de reelección presidencial, diatribas que a mi parecer pretenden desviar el debate real y valioso que plantea a la sociedad el jefe de Estado.
2024-06-09 11:31:27
Este tema tiene mucha tela que cortar pero es pertinente aclarar de manera sencilla algunos de los términos que han sonado, primero, 'poder constituyente': cuando en el colegio nos hablaban de democracia, siempre nos decían que este sistema era ‘el poder del pueblo’ y que ‘el pueblo era el que elegía’, en ese sentido se entiende que el pueblo es el poder que crea, es el ¡poder constituyente! Segundo concepto, nuestra constitución plantea una serie de mecanismos de participación o mecanismos constituyentes que el pueblo puede utilizar para materializar sus intereses, el voto representativo por ejemplo, pero también están el plebiscito, el cabildo abierto, revocatoria del mandato, consulta popular, iniciativa popular legislativa y normativa, referendo, y la asamblea constituyente. Tercer concepto: Proceso constituyente, se puede interpretar como el llamado a la ciudadanía a qué se movilice en el marco de la Ley y por medio de los mecanismos constituyentes le plantee al establecimiento sus iniciativas de cambio.
¿Por qué apelar al poder constituyente?
Petro fue elegido por unas propuestas de cambio, que en la práctica no son más que cumplir con lo que dice nuestra Constitución, las normas vigentes e incluso el Acuerdo de Paz, esto lo intentó materializar primero con un acuerdo con los distintos partidos políticos, creó un gabinete ministerial donde estaban todos los colores y se logró unos meses de consenso en el Congreso pero pronto empezaron las contradicciones, ministros que querían dejar todo como estaba, algunos sectores económicos empezaron a presionar el saboteó de las reformas y hasta un Fiscal se volvió el representante de la oposición, así empezó una fase de estancamiento en muchas de las iniciativas, y un pulso político, mediático y de movilización social en dónde Petro ha insistido en la necesidad de que sea la ciudadanía la que se apropie de las reformas, difunda su alcance y exija su aprobación por la vía legislativa.
Más allá del Congreso
Pero evidentemente las mayorías en el Congreso han sido mezquinas ante las necesidades de cambio, al ver cómo el sistema de salud se cae por su propias falencias, como el proceso de paz se está incumpliendo, como la verdad, justicia y reparación a víctimas se estanca, como la reforma rural integral se agota en el tiempo, entre otros temas de importancia a los que muchos partidos de la llamada 'oposición' responden saliéndose de los debates y tumbándolos por falta de quórum (pero si cobran el sueldo completo), a esto se suma también que la institucionalidad e incluso funcionarios se han quedado cortos ante las expectativas generadas desde el mismo gobierno, por estos motivos es que el poder constituyente debe exigir a las distintas instituciones del Estado que cumplan lo que dice la Ley, y de ser necesario abrir la puerta a que también se ajuste la normatividad a las nuevas realidades que requieren ser atendidas, realidades como el cambio climático, transición energética, entre otros.
Conclusión
El proceso constituyente no es para la reelección, ni para desconocer el Congreso o para saltarse la Constitución, en la práctica es un llamado a la movilización ciudadana más allá de marchas, es para encontrarnos, dialogar y organizarnos; y a eso le tienen miedo las élites políticas, pues llevan décadas instalando en el imaginario colectivo que el poder lo tienen ellos y no el Soberano, por eso ha salido Santos invitando a la insurrección de militares, o Duque intentando reencaucharse.
Finalmente, ignorando las interpretaciones tergiversadas de algunos periodistas y políticos, que pretenden nuevamente acudir al miedo para embaucar a la ciudadanía, es importante reconocer que desde la sociedad civil muchos sectores siempre han pretendido organizarse, y por primera vez hay un Presidente que motiva ese propósito, lo que puede convertirse en oportunidad para construir un verdadero acuerdo nacional desde las bases, que nos unamos en torno a las coincidencias, y que proyecte al país más allá de lo coyuntural, pero también ésta oportunidad se convierte en una responsabilidad histórica para cuidar de que el proceso constituyente no se convierta en un espejismo o peor aún, en un boomerang que termine favoreciendo intereses contrarios.
Pdta.: Está semana el ejército israelí destruyó una escuela de la ONU en Palestina asesinando a más de 40 civiles, muchos de ellos niños ¿Hasta cuándo el mundo permitirá este horror?
