Banner Publicitario
Banner Publicitario
Opinión

domingo, 29 junio 2025

Las jugaditas untadas de sangre

Por: Luis Fernando Amézquita

Varios datos de la realidad escabrosa del país son, en lo profundo, sobrecogedores, y resisten distintos análisis, simultáneos; incluso muchos de estos, a pie de texto, parecerían ser superficiales, como si no tuvieran una verdadera importancia para nuestros connacionales, que viven de fiesta corrida entre ataúdes y sufragios (¿votos?).

Por ejemplo, en fechas recientes se celebró el día internacional para contrarrestar el discurso del odio, y valdría la pena enviarles para comenzar a estos paisanos alebrestados un memo, un tomo especializado, un tratado sanguinolento, y de igual manera a los voceros de la ultraderecha colombiana y a sus agentes criminales –son cantidades insospechadas de ellos- para que afinen en su imperio tenebroso y le aflojen a tanta agresividad consuetudinaria con la que se manifiestan en público y vociferan energúmenos desde las sombras amenazantes de sus dominios territoriales.

A DIOS ROGANDO Y CON EL MAZO DANDO

Mientras se produce en este primer semestre un atentado contra el senador Miguel Uribe, el pueblo pone 34 líderes sociales inmolados, de acuerdo con las frías estadísticas de la Misión para la Observación Electoral, registradas en la última semana. Sin embargo, el luto popular, el duelo masivo de las comunidades, el dolor milenario, no parecen conmover a quienes se rasgan las vestiduras en público –de paso discriminando entre la calidad de las víctimas y su riqueza y poder alcanzados, su clase, de primera o de segunda- mientras invocan un concepto religioso parcializado, incluso farisaico, se podría deducir, desprovisto de la auténtica caridad espiritual que rige el ámbito sagrado. La divinidad no se puede cocinar en dos aguas: o es blanca o es negra, de ninguna manera presenta tintes grisáceos, difusos…

COINCIDENCIAS FATALES

Con el despliegue mediático luego del atentado se pudo ver en escena a un senador en tarima, antes de los disparos a sus espaldas, sin más argumentos que el ataque sistemático, fluido, enfermizo, contra la figura del presidente Petro, su política de paz total y en general su gobierno, muchas veces a través de información errónea, con un tinte fanatizado y elementos de distorsión fríamente calculados. En momentos que en un tono alto arreciaba sus críticas, cuando señalaba a los bandidos como los únicos que pueden portar armas en el país, circular a sus anchas, en menoscabo y en deterioro de una fuerza pública, según él maniatada, la imagen mostró la sorpresiva  aproximación del menor sicario, su ruta, cuando accionaba su arma de fuego contra la humanidad de Uribe Turbay, y el caos se apoderaba de la escena del parque de Modelia, en la localidad de Fontibón. El hecho suena a paradoja trágica, a coincidencia terrible y espeluznante a la luz de algunos observadores políticos no ortodoxos ni republicanos. Sin embargo, se entiende que muchos de estos acontecimientos de la actualidad no son patrimonio exclusivo de Colombia y que el planeta, la época en tránsito, trae consigo cambios sustanciales para el manejo de la verdad sabida (¿impuesta?), que nos pueden coger calzones abajo al menor descuido.

 

 

 

Banner Publicitario
Banner Publicitario

© Dime Media S.A.S. Todos los derechos reservados || Sharrys Tech