Por: Ricardo Perdomo Pinzón

Arranco formalmente la competencia electoral, en Colombia, con miras a definir quién será el próximo inquilino en la casa de Nariño.

 

Por los lados del progresismo petrino, en las carpas del pacto histórico y el frente amplio, los  equinos que participaran en la carrera, se alistan y ya relinchan con intensidad y vehemencia, para que el dueño del hipódromo, les señale el punto de partida y les dé el trato que se merecen.

 

Previo a la partida final, el pacto histérico, unido o dividido, con zaranda de hueco fino como herramienta de selección, elegirá en consulta interna a celebrarse el próximo mes de octubre, el equino que jugará en la consulta del frente amplio, a celebrarse en el mes de marzo de 2025, del cual saldrá el candidato del progresismo, a la presidencia de la república.

 

De visita por los mentideros políticos de la capital, compartí un tinto expreso de origen huilense, con Barbarita, gran experta en chismes políticos, captados con su poderosa antena de alcance nacional  y profunda conocedora del truculento mundo de las apuestas equinas.  Según esta curtida marchanta, la competencia y carrera final del progresismo, la libraran dos equinos de sexo opuesto, como debe ser. En una línea, estará una potranca de paso firme, briosa, pelaje atractivo, marcas, patrones, crin, cola y demás rasgos físicos de su exquisito código genético y el fenotipo propio de una hembra en edad de merecer. En la otra línea, tendremos a un caballo cojudo, ladino, de apariencia vigorosa, mañoso y relinchón, dispuesto a morder y patear al que invada su carril, tinturado y preparado en pesebrera de gitanos, que lo visten y tinturan del color que convenga, para venderlo en cada feria que se realiza en nuestro camaleónico país.

 

En el pacto histórico, el centro de la disputa será entre Carolina Corcho y Gustavo Bolívar, si es que éste último no se retira, después del guarapazo público, que le dio el presidente Petro. Confieso que sentí molestia por el trato duro del presidente a Bolívar, que lastimo duramente las aspiraciones de su buen y leal amigo. Con el pasar de los días y analizando con varios lentes de aproximación, la candidatura de Bolívar y sus reales posibilidades de triunfo, entendí el porqué de la reacción del comandante en jefe. Petro, curtido, analítico, pitoniso certero, experimentado estratega y ganador de batallas políticas, desnudó a leguas de distancia, la estrategia del establecimiento económico y político  para crecer a Bolívar en todas las encuestas, con el propósito de ungirlo como seguro ganador de la disputa progresista, a sabiendas que el sería, el candidato más fácil de moler y tragárselo sin untarse el delantal en la segunda vuelta presidencial; presagio certero y avisado oportunamente, por un clarividente como Gustavo Petro. Bolívar es percibido en todo el país, como un hombre honesto, leal y sincero; pero esos no son los únicos presupuestos y requisitos para disputar la batalla electoral que se avecina; pues adicionalmente a esas extraordinarias virtudes humanas, se requieren liderazgo, formación académica, conocimiento y manejo de la cosa pública, trayectoria y dominio de las formas y procedimientos que se practican en el mundillo de la política, escuchar y dejarse manosear de la gente; y la verdad no veo en Gustavo Bolívar a ese líder, que se requiere en este momento crucial; para no hablar de los reproches que se le hacen, por haber abandonado tempranamente el senado de la república, haber perdido de tercero, la contienda por la alcaldía de Bogotá y haberse retirado inconsultamente como director del DPS, cargo crucial, para la ejecución de los programas sociales del gobierno Petro; razones suficientes para entender que la candidata ganadora del Pacto o los partidos que lo integren, será Carolina Corcho Mejía, quien tiene una sólida formación académica y política y el temple necesario , para trancar la puerta y enfrentar con solvencia a quien le toque en la disputa presidencial; adicionando, que es la única candidata de todas las vertientes políticas, que ha venido realizando un trabajo de base, serio y consistente en todos los puntos cardinales de nuestra patria y con todos los segmentos sociales que siguen sus derroteros políticos. Pónganle la firma: Carolina Corcho, será la elegida en la consulta del pacto histórico.

 

Por el lado del frente amplio diferente al pacto, la cosa es más o menos parecida; la competencia se dará entre un caballo cojudo, con dos o tres caballos ciclanes, que no tienen como disputarle la candidatura al señor Roy Barreras, indistintamente de los reparos de comportamientos oscuros y cambio permanente de vestimenta que se le formulan a este curtido y arrollador personaje de la política, que tuvo los mejores y reconocidos resultados en favor de la agenda legislativa del gobierno, cuando se desempeñó, como presidente del Senado. Creo firmemente que en los partidos del frente amplio, no hay quien le dé la pelea, a este monstruo de la política. Sus contendores Cristo, Murillo, Quintero, Amaya (que ya no va), son una especie de perritos chihuahuas, ladrándole a un dóberman de raza pura; quien a pesar de todos los reparos y señalamientos que se le hacen para atajarlo, tiene la destreza de un culebrero ilustrado, para vencer a contendores de pequeña de estatura, que no tienen dientes para morderlo en donde y como debe ser; así se tejan sobre él, toda clase de suspicacias. La derecha dice que Roy es Petrista y la izquierda dice que Roy es de derecha; expresiones que me hacen recordar a un amigo opita, que se lo peleaban dos municipios del Huila: Los de Baraya, decían que mi amigo era de Aipe y los de Aipe decían que era de Baraya. ¡Cójanme se trompo en la uña!

 

Nota de cierre: Las perdidas y el silencio de Petro, desesperan y colapsan a los medios de oposición, a quienes Petro se les volvió el tema de todos los días: Que sale, que no sale, que trina, que no trina, que es marica, que es cacorro, que es drogadicto, que tiene moza y tantas sandeces más, que lejos de lastimarlo, lo tienen con el cuarenta y punta por ciento de favorabilidad, con las cifras del desempleo bajando, su popularidad subiendo y la economía creciendo; o como decía el cacique Diomedes Díaz: “Yo bebiendo y las vacas pariendo”.