Fecha de publicación: 2024-06-24 10:51:08
Nuestra juventud vivió una época en la que, a pesar de la falta de todo, nunca permitió que faltara lo indispensable en casa. Amor y respeto eran nuestros valores. Vivíamos sin lujos, no escogíamos marcas de ropa o de zapatos, y los libros de estudio se entregaban al siguiente.
2024-06-24 10:51:08
Nos mordieron los perros, nos pateo la vaca, nos tumbó el caballo, nos picaron las abejas, nos subimos a los árboles a coger frutos, y nos rompíamos la boca a puño limpio. Respetábamos a nuestros maestros y a nuestros padres. Crecimos sin celulares ni internet, recibimos castigo físico de los profesores y azotes en casa. Fuimos una generación que nunca se sintió frustrada.
Éramos una sociedad más ilustrada. Se leía primero por obligación y después por devoción. Éramos una comunidad solidaria con nuestros congéneres, una generación en busca de mejores posiciones sin detrimento de los demás. Vivimos una Guerra Fría, amenazada por un conflicto nuclear. Pero fuimos testigos de avances como el trasplante de corazón y la píldora anticonceptiva, la carrera espacial, la llegada a la luna, el boom literario de nuestros escritores, la guerra de Vietnam y la lucha por los derechos civiles de los negros en Estados Unidos. Tantos hechos que narra la prensa y que llenan enormes estantes en las bibliotecas.
La semana pasada comenté algunos hechos que marcaron nuestra juventud estudiantil fuera del terruño natal. Los hechos más relevantes que esa generación conoció e incluso protagonizó fueron:
La primera gran revolución feminista por la igualdad de género, derechos laborales, sufragio femenino y acceso a la educación.
La revolución cubana, que alentó la creación de movimientos guerrilleros en Latinoamérica.
La revolución cultural de Mao en China, donde se promovió la igualdad de género, se mejoró el acceso a la educación en áreas rurales y se intentó eliminar las viejas costumbres para sentar las bases de la China moderna, dando una nueva dinámica a la lucha social y cultural en el mundo.
Las protestas civiles masivas de mayo de 1968 en Francia, iniciadas por estudiantes universitarios que buscaban reformas educativas y sociales. Estas protestas desafiaron estructuras tradicionales y autoridades para impulsar el cambio social y cultural, expandiéndose por el mundo y creando la visión de que la vanguardia de la revolución eran los estudiantes. Hecho que amenazo las bases políticas e ideologicas de la sociedad francesa y occidental
En Colombia, influenciados por estos movimientos, se inició un periodo de rebeldía por la lucha de la autonomía universitaria, por una cultura nacional, científica y de masas, por un deseo de cambio radical y la resistencia al poder establecido.
Ante estos movimientos de lucha por el cambio de estructuras de poder, apareció "El poder de las flores" (flower power), que practicaba un estilo bohemio, alejado de los valores morales y sociales tradicionales de mediados del siglo XX, específicamente relacionado con el sexo y el amor, con su signo de "amor y paz". El movimiento hippie, con su consigna de "hagamos el amor y no la guerra", promovía una vida basada en la paz, la compasión y, sobre todo, el respeto. Se vestían de manera informal con ropa amplia, camisas, vestidos o faldas, pantalones de bota ancha, estampados florales, gafas grandes, bandanas y collares largos de perlas o cuentas. Llevaban el pelo largo y rizado al estilo afro. Su look era elegante y adoptaron la contracultura y su género musical.
Lo mio, es un recuento bastante subjetivo, que destacó lo vivido en mi juventud.
