Por: Admin - Fecha de publicación: 2025-05-04 08:23:19
2025-05-04 08:23:19
Con el paso del tiempo las cosas cambian, el mundo está en constante evolución, como cambia la vida, cambia el curso de cada desarrollo y con ello el pensamiento de cada individuo. El arte desde luego ha tenido cambios sustanciales, la tecnología hace experimentar movimientos permanentes y el ser humano se debe amoldar a esos cambios obligados o por el contrario no evolucionara.
Lo mismo ocurre con las tradiciones, que parecía eran inamovibles, la música el baile, los ritmos, los mitos y leyendas de cada región y las bellezas naturales que engalanaban cada fiesta en cada lugar, han sido reemplazados y desplazados en gran parte por innumerables inventos tecnológicos que con un solo clic se convierte en una pieza con mayor destello que lo que puede ser una hermosura existente en el espacio.
Durante muchos años hemos participado en nuestras fiestas del San Pedro en el departamento del Huila, hoy añoramos muchos eventos que poco a poco han desaparecido de los escenarios, el baile tradicional, el concurso de rajaleñas, las orquestas del pueblo en cada esquina, la mistela y el doble anís gratis para los transeúntes, las alboradas musicales en los barrios, la pata solo y los Indios Otás desfilando por las calles y una serie de atracciones artísticas propias de nuestro pueblo que se han dejado a un lado a veces sin explicación alguna.
Estas fiestas de nuestra tierra han perdido la esencia cultural, el sabor nato del pueblo desapareció, San Juan y San Pedro se convirtieron en una fiesta netamente comercial, se contratan Artistas nacionales e Internacionales, las orquestas, los grupos folclóricos, los duetos, para esos artistas del pueblo, hay migajas, ¡qué va¡, ellos desaparecieron de las fiestas, los grupos de danzas les pagan ridiculeces y eso porque los necesitan para que hagan la fiesta, y a los nuestros les pagan cuando quieran, pregunten si JessI Uribe, le quedan debiendo, o si a Pipe Bueno, le ofrecen pequeñeces, es lo que ellos digan y por anticipado.
Ya no vemos ni encontramos el derroche de cultura nuestra, muy poco las canciones de Villamil, del Papi Tovar, ni la sinfónica haciendo conciertos de Rajaleña, bambucos y torbellinos, ellos han sido reemplazados, por reguetoneros que en cada esquina insultan a mujeres, música popular con rancheras y corridos, borrachos en caballos con pistola y aguardiente haciendo el show. Por eso y por otras cosas es que digo que nuestras fiestas perdieron el sabor original.