Por: Luis Fernando Amézquita - Fecha de publicación: 2025-03-10 17:14:53
2025-03-10 17:14:53
Se vino con todos los juguetes el sistema de medios públicos RTVC en los últimos meses, y la competencia privada, opositora, apenas se frunce ante esa avalancha de ofertas informativas. La verdad tiende a coquetear, seductora en la cotidianidad de los connacionales. Ese impacto los puede poner a freír espárragos a los opositores políticos de la Colombia Humana y del Pacto Histórico si despuntan el ojo. Muchos observadores nacionales, hasta internacionales, pensaban que Petro se iba a quedar pasivo frente a la política de desprestigio y de mentiras puesta en marcha por los medios ‘hegemónicos’ –dominantes- en su contra. Al menos las calumnias permanentes por el momento parecen pasarle de largo en la medida en que se muestra impávido y no reacciona judicialmente por el irrespeto miserable a su investidura, que de alguna manera expresa la majestad de su mandato constitucional y legal. Es el primer magistrado de la nación, nada menos.
PODER MEDIÁTICO OFICIAL
Buena parte de las maniobras institucionales se limitaba a responder agravios, sin mayor acceso a una difusión global que clamaba a gritos el pueblo enardecido por la bajeza de los poderosos atacantes, atrincherados en la supuesta opinión pública del territorio. Sin embargo, estamos asistiendo a un revolcón de imagen y modelo en Señal Colombia, Canal Institucional y la radio nacional, además de las tecnologías de la información y las comunicaciones que corren paralelas en el espectro radioeléctrico, en el ámbito de las ondas magnéticas, de las múltiples radiaciones y de la cibernética. El producto de los cambios operados puede ser visto en diferentes escenarios y a distintas horas: la web y los satélites hacen de las suyas en esta parte de la historia del país. Esta etapa está como para alquilar balcón. Muchos avezados periodistas y comunicadores, con amplia trayectoria y reconocimiento populares están llegando al paquete. Los ‘eslogan’ permiten entrever el cambio surtido. “El país de la belleza, la Señal de la paz y de la gente”, entre otros, advierten sobre la campaña desplegada para mitigar los efectos de la desinformación reaccionaria que se supone aún viva pero herida de muerte a mediano plazo con una estocada final. Cabe recordar que Petro había sostenido los mensajes de imagen del gobierno Duque al menos durante más de dos años del periodo. Parecía poseído por una inusitada flema inglesa que comienza a desdibujarse para bien de los receptores, de los públicos en construcción real y en ejercicio de derechos plenos.