El azúcar es ocho veces más adictivo que la cocaína

Fecha de publicación: 2024-03-15 10:12:54

El azúcar es ocho veces más adictivo que la cocaína

Publicamos este texto cuando hace curso en el Congreso un proyecto sobre etiquetado frontal de los alimentos etiquetados a punto de archivarse porque no existe voluntad política y por el trabajo de los lobistas de la industria de alimentos

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2024-03-15 10:12:54

Calori,as vaci,as. Una frase que todos hemos escuchado muchas veces al hablar del fast food o de los alimentos ricos en azu,cares o grasas hidrogenadas. Pero ,Que, es exactamente eso de las calori,as vaci,as? ,A que, podemos llamar calori,as vaci,as? Y ,En que, se diferencian las calori,as vaci,as de las que no lo son? ,Acaso 100 kilocalori,as de pla,tano no son igual que 100 kilocalori,as de gominolas?



Las calori,as vaci,as son aquellas que contienen los productos que no aportan nada u,til para nuestro organismo. Asi, de sencillo. Y de complicado al mismo tiempo.



Lo explicamos un poquito.



Digerir alimentos es tremendamente costoso para nuestro organismo. Poner en marcha la digestio,n consume muchos recursos de nuestro cuerpo, ya que, para digerir cada alimento, nuestro organismo tiene que reducirlo a la mi,nima unidad asimilable.



Pero ese gasto no se hace so,lo en forma de calori,as. Esa es una de las tragedias de nuestra sociedad, la cuenta de calori,as, ya que, si so,lo contemplamos el consumo de calori,as al poner en marcha nuestro organismo para digerir, la mayori,a de nosotros estaremos ma,s que ilusionados de librarnos de unas calori,as de ma,s cada vez que comemos.



Pero junto a esa energi,a calo,rica que quemamos, nuestro organismo consume vitaminas y, sobre todo, minerales (magnesio, calcio, sodio y potasio) que moviliza de nuestro cuerpo para digerir esos alimentos.



Por eso nos entra modorra despue,s de cenar, por eso no debemos bañ,arnos despue,s de comer. Porque nuestro organismo esta, centrado en esa ardua tarea que es la digestio,n y para ello invierte muchos recursos. No so,lo calori,as.



Por ejemplo, la glucosa para poder ser metabolizada por nuestro organismo sufre algunos cambios qui,micos y se transforma en piruvato. Para ello se necesita magnesio y fo,sforo que se #39,secuestra #39, de nuestro organismo para poder metabolizar esa glucosa.



Normalmente, los azu,cares (monosaca,ridos, disaca,ridos, polisaca,ridos) no esta,n solos en la naturaleza. Un cereal integral, una fruta con piel, una verdura o la misma miel contienen nutrientes, vitaminas, minerales, protei,nas y enzimas que el organismo necesita y que ayudan a digerirlos.



Y no so,lo eso. En el caso de los alimentos con fibra (frutas, verduras, cereales y legumbres), e,sta hace que las paredes del intestino no absorban todo el azu,car (fructosa) presente en estos alimentes por lo que 100 calorias de pla,tanos, con su potasio y magnesio, sus muchas vitaminas y su a,cido fo,lico (por mencionar algunos de los nutrientes que nos aporta), es radicalmente diferente a 100 calori,as de gominolas que so,lo tienen hidratos de carbono de cadena corta.



Entonces ,Que, pasa en nuestro organismo cuando tomamos onces o un refresco? Nuestro cuerpo hace un esfuerzo tremendo para compensar todo ese exceso de azu,car, secuestrando minerales ba,sicos para nuestro organismo corno el magnesio, iexcl,pero no es el u,nico! Y a cambio el refresco no le aporta ma,s que un extra de glucosa que, ra,pidamente, nos provoca un pico de glucemia, teniendo que invertir ma,s recursos para bajar esos niveles de glucemia, haciendo trabajar al hi,gado y al pa,ncreas para equilibrar ese aluvio,n de azu,car que acaba de entrar en nuestro esto,mago y convirtiendo las ingentes cantidades de azu,car extra de nuestra dieta en grasa.



Y que, se lleva nuestro organismo a cambio de ese esfuerzo? ,Magnesio? ,Vitamina A, C o B? ,Calcio? ,Fo,sforo? ,Protei,nas? ,a,cidos grasos esenciales? Nada. Las calori,as esta,n vaci,as. Nada acompañ,a a ese azu,car.



Nuestro cuerpo ha hipotecado minerales y vitaminas para digerir ese refresco o esa gominola haciendo un esfuerzo tremendo y el resultado final es una inyeccio,n de calori,as y una merma de nuestras reservas de minerales y vitaminas.



En el caso del pla,tano, esa fructosa es transformada en parte en glucosa que ha alimentado el cerebro y nuestras ce,lulas sin sobrecargar nuestro organismo, ya que el magnesio y el potasio (entre otros muchos elementos) que ha invertido en digerirlo le han sido devueltos a nuestro organismo con el regalo extra del a,cido fo,lico, el calcio, el fo,sforo, el zinc, el hierro, las vitaminas A 11, 12, 13, 15, 136, 137, 139, 1312, C, D, E, y la vitamina K, mientras que los 3 gramos de fibra que contiene el pla,tano por cada 100 gramos de producto, ayudan a nuestro tra,nsito intestinal, favorece la microbiota buena y han ayudado a que el contenido de azu,cares (fructosa) de los pla,tanos que es del 17%, no se haya absorbido por completo por nuestro organismo no se almacene de forma to,xica en el hi,gado.



Al final, el esfuerzo obtiene una recompensa y a nuestro organismo le es devuelto lo que apostado. En el caso de los productos altamente procesados con grandes cantidades de azu,cares (refrescos, embutidos industriales, zumos, batidos, helados hellip,), nuestro organismo siempre pierde la partida, ya que han invertido muchos ma,s nutrientes necesarios en digerir esos productos de lo que le es devuelto. Y, adema,s, lo que se lleva es un exceso de glucosa que no necesita (en el mejor de los casos) y un exceso de grasas saturadas (si hablamos de embutidos y productos altamente procesados).



No so,lo son calori,as vaci,as, sino que son calori,as asesinas. Con cada refresco nuestro organismo empobrece un poco ma,s.



Y esto es asi, porque el azu,car refinado ha sido desprovisto de cualquier alimento.



iexcl,Ah! Y si piensas que esta,s a salvo porque tu, tomas colas light o zero... pues es lo mismo. Quiza, no te lleves esas calori,as de ma,s, pero tu organismo continuara, teniendo menos minerales y vitaminas que antes de tornada. Por no hablar de la toxicidad de esos edulcorantes artificiales... De hecho se calcula que si una persona toma un solo refresco al di,a tiene un 29% ma,s de probabilidades de sufrir diabetes. Independientemente de lo que ingiera con e,l y de si es light, zero o normal.



Asi, que ya sabemos que el azu,car se llama realmente sacarosa, que no es un alimento y que no es la chispa de la vida... el azu,car, tan natural como la cocai,na... Pero, al menos, es un alimento natural ,no? Bueno, que su base sea la remolacha o la cañ,a de azu,car no lo convierte en un alimento natural.



Decir que el azu,car es natural es como alabar las propiedades naturales de la cocai,na. De hecho, el azu,car se purifica y altera ma,s que la cocai,na (y es ma,s adictivo que e,sta, pero de eso hablaremos luego).



Como hemos dicho, el azu,car blanquilla se extrae principalmente de la remolacha y la cañ,a de azu,car, dependiendo del lugar en el que nos encontremos. En Europa se cultiva la remolacha azucarera, mientras que en latitudes ma,s tropicales se extrae de la cañ,a de azu,car.



Para la elaboracio,n del azu,car se procesa y se purifica una y otra vez hasta dar con los gra,nulos blancos que llegan a nuestras casas. A pesar de lo bien que suena la palabra purificar en realidad deberi,amos decir #39,adulterar #39,. En este documento oficial pode,is leer todo lo que se puede echar de forma legar para elaborar el azu,car. No se, a vosotros, pero a nosotras nos provoca escalofri,os hellip,



Para la refinacio,n se puede usar:




  • Anhi,drido carbo,nico (EE-22900)

  • Hidro,xido ca,lcico (EE-55260

  • Hidro,xido so,dico (EE-5524)

  • Carbonato so,dico (EE-5500i)

  • Sulfato ca,lcico (EE-5516)

  • Á,cido sulfu,rico (EE-5513)

  • Á,cido clorhi,drico (EE-5507)

  • Alcohol isopropi,lico

  • Resinas intercambiadoras de iones



Para el control de microorganismos, es decir para que no se enmohezca ni haya proliferacio,n bacteriana de ningu,n tipo, podemos añ,adir:




  • Cianoditioimidocarbonato diso,dico

  • Etilendiamina (Si,, la famosa EDTA de los cosme,ticos)

  • N-mmetilditiocarbamato pota,sico

  • Etilenbisditiocarbamato diso,dico

  • Compuestos de amonio cuaternario (otros to,xicos conocidos de los INCI tradicionales)

  • Mezcla de {i-a,cidos naturales procedentes del extracto de lu,pulo.



Y corno antiespumantes tenemos:




  • Polietilenglicol.. ,Os suenan? Son los famosos PEG

  • Polipropilenglicolanoto de polietilenglicol

  • Oleato de glicerilo

  • Aceite de parafina

  • Aceite de vaselina.. ( ,parafina, vaselina, 100% natural?... Creo que no)

  • Monoestearato de sorbitan (E-4491)



La lista sigue con los floculantes, los inhibidores de las incrustaciones y los filtrantes... y parece que estemos hablando de un producto para pintar paredes o barnizar madera, pero no. Es del azu,car de lo que se habla.



En resumidas cuentas, del alimento original queda menos de un 10% cuando llega a nuestra mesa... No queda rastro de las vitaminas, la fibra y los minerales y si, muchas partes por millo,n de todos estos to,xicos.



En este documental de la BBC se explica muy bien todo.



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Si tenemos en cuenta que muchos de estos ingredientes son carcino,genos y que todo lo que consumimos envasado lleva azu,car hasta ma,s de en un 75% (corno Nesquik), veremos que no so,lo es una locura lo que el azu,car le roba a nuestro organismo, sino que nunca nadie nos ha contado la cantidad de to,xicos que lleva ese veneno blanco. ,O alguien puede leer en el envase que, lleva, aunque sea en partes por millo,n, el azu,car blanquilla? Y, ojo, es totalmente legal que no lo podamos saber, ya se encargan las azucareras de que sean nuestros propios gobernantes los que les den carta blanca, nunca mejor dicho, para hacer lo que les venga en gana y declarar el azu,car corno un alimento, sano y natural.



Pues vale. Yo sabemos que no se le deberi,a llamar azu,car (sino sacarosa), que no es natural y que no es un alimento. Pero ,por que, decimos que se comporta corno una droga? ,No os esta,is pasando con eso? Pues no. El azu,car es ocho veces mas adictiva que la cocai,na.



El azu,car es ma,s adictivo que la cocai,na. Asi, lo constata este estudio que surgio, casi por casualidad, cuando el doctor Serge H. Ahmed y su equipo estaban realizando una investigacio,n sobre la cocai,na en forma li,quida. Para ello se converti,a a ratas de laboratorio (uf, no en eso ahora no entramos...) en adictas a la cocai,na para estudiar las adicciones. Un di,a decidieron darles un menu, diferente. Al pulsar una palanca se les administraba una perfusio,n intravenosa de cocai,na directamente en el torrente sangui,neo, si pulsaban otra palanca podi,an beber una solucio,n de agua con azu,car.



,Adivina,is que, eligieron entre el 80 y el 90% de las ratas adictas a la cocai,na? Agua con azu,car. Y segui,an pulsando y pulsando la palanca para beber cada vez ma,s agua con azu,car. Olvida,ndose por completo de la cocai,na a la que eran adictas.



Esto es asi,, porque nuestro cerebro esta, repleto de receptores de dopamina. La dopamina es un neurotransmisor, un mensajero qui,mico que le transmite mensajes a nuestro cerebro, en este caso, de placer. Si bien antes se pensaba que la dopamina estaba relacionada con el placer consumado, ahora se piensa que esta, ma,s relacionada con el deseo. Un impulso que nos predispone mucho ma,s a la accio,n y que esta, detra,s de todo nuestro sistema de recompensas.



Este sistema de recompensas es vital y se relaciona con funciones ba,sicas para nuestra supervivencia, so,lo que el ser humano lo ha revestido de capas y capas de superficialidades: comer, reproducirnos, relacionarnos con nuestros semejantes...



Y adema,s, nuestro cerebro se pirra por las novedades. Es una ma,quina devoradora de nuevas experiencias. Por eso nos atraen los nuevos platos, somos infieles o querernos ampliar nuestro ci,rculo de amistades. Puede sonar todo muy sofisticado ir al DiyerXo, hacerse un ,50 sombras de Grey , o apuntarse a ese club de golf para hacer amistades nuevas, pero es realmente primario...



Pero si hablamos de alimentacio,n, el azu,car supera todas las previsiones imaginables de nuestro sistema de recompensas para convertirse en una droga que anula nuestro cerebro, haciendo de la sacarosa una poderosi,sima droga ocho veces ma,s adictiva que la cocai,na.



Corno os hemos dicho, nuestro sistema de recompensas esta, ahi, para que nuestras funciones vitales se cubran y asegurarnos nuestra supervivencia como especie. Si, por ejemplo, comernos un apetitoso plato de paella seguramente se nos hara, la boca agua. So,lo con olerlo nuestro organismo se pone en marcha (literalmente la digestio,n comienza ahi,..., nuestro cuerpo es realmente bueno en eso de anticiparse). Salivamos y esperarnos ese momento de introducir la primera cucharada en la boca casi con ansia (eso si te gusta la paella, claro).



Si al di,a siguiente te ponen la misma paella, igual de apetitosa, nuestro centro de recompensas no reacciona liberando la misma cantidad de dopamina. Poco a poco, conforme vamos repitiendo el plato, nuestra dopamina baja hasta que el plato de paella ya no nos dice nada. Es ma,s, nos aburre.



Esto es asi, porque de esta forma nuestro organismo se asegura de que nuestra dieta sea lo ma,s variada posible para obtener todos los nutrientes que necesitamos. Corno os decimos, es todo muy ba,sico...



Pero ,que, pasa con los productos azucarados?



Si tomarnos cantidades moderadas de azu,car, las que podemos encontrar en las frutas y verduras, en las legumbres... nuestro sistema de recompensas se comporta de forma normal, subiendo los niveles de dopamina y baja,ndolos despue,s. Pero si el consumo de azu,car es muy elevado, nuestro sistema de recompensas no se cansa y se comporta de forma adictiva. Podemos tomar un trozo de tarta y que nuestro cerebro siga inundado de dopamina como con el primer bocado. Y al siguiente. Y al otro. Y siempre. El azu,car sigue excitando a nuestras neuronas como las mariposas en el esto,mago del primer amor ,Quie,n no querri,a sentir eso siempre?



Nuestro organismo jama,s se cansa del azu,car y como las ratitas del estudio del doctor Ahmed, continuamos pulsando una y otra vez la palanca del azu,car convirtiendo a nuestro cerebro en un yonki, en un zombie a las o,rdenes del azu,car sin importarle si nuestro organismo carece del resto de nutrientes necesarios para nuestra supervivencia o si las ingentes cantidades de azu,car que toma esta, agotando las reservas de calcio, magnesio, potasio o fo,sforo, o si se esta, descompensando el organismo hasta tal punto de enfermar gravemente o morir. Nuestro cerebro jama,s dira, no a un dulce. Aunque le vaya la vida en ello.



Entonces ,es nuestro organismo un suicida?



No. Es primario. Esta, diseñ,ado para obtener toda la energi,a posible y almacenarla. A pesar de que nuestra sociedad no se parece en nada a la de los cazadores-recolectores, nuestro organismo no ha evolucionado tanto desde entonces y no entiende que hoy tomara, azu,car y mañ,ana, tambie,n. Que no le hace falta almacenar.



É,l sigue deseando el dulce y la energi,a que nos aporta como si mañ,ana fuera de caza y fuera a necesitar esa energi,a, al igual que las mujeres seguimos acumulando grasa en los senos y cadera en la adolescencia para que nuestro cuerpo disponga de reservas para llevar a te,rmino un embarazo y alimentara nuestros hijos lactantes en e,poca de caresti,a. Aunque no queramos tener hijos. Aunque hayamos decidido no darles el pecho.



Por eso no podemos dejar de desear los alimentos calo,ricos, grasos y azucarados. Porque para nuestro cuerpo se acerca el invierno. Siempre.



Despue,s del estudio sobre las adiciones de Ahmed y su equipo, otros muchos investigadores han estudiado la adiccio,n del azu,car.



Algunos de ellos sugieren que la accio,n adictiva del azu,car es tan fuerte que cuando ingerimos alimentos azucarados los altos niveles de glucosa en sangre modulan el control neuronal de forma que deseemos alimentos altamente calo,ricos (y si son ricos en grasa, mejor). ,Co,mo? iexcl,Ah: Ahora entendemos por que, la fo,rmula del Big King, Big Mac y cualquier otra combinacio,n de ,cola+patatas+hamburguesa , funciona tan bien y es tan buena para la cadenas de fast food y tan nefasta para nuestro insaciable cuerpo.



Otros cienti,ficos han llegado a la conclusio,n de que con el azu,car estamos en una situacio,n de permisividad y propaganda similar a la del tabaco en los añ,os sesenta, cuando nadie crei,a que el tabaco fuera adictivo.



Y, de verdad, esperamos que su evolucio,n sea como poco la misma.



Hablando del tabaco... Entre sus decenas de sustancias ,Sabe,is de cua,l se sirve la industria tabaquera para captar adeptos ahora que les limitan cada vez ma,s la nicotina? iexcl,Una vez ma,s. Aaaaaaazu,car!



Y ahora tenemos claro que el azu,car no es un alimento, no es natural y no es sano.



(Tomado de ,organics-magazine.com)


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