Fecha de publicación: 2024-03-18 14:47:20
Las redes sociales se convirtieron en el brazo digital de los medios de comunicación como un medio ideológico para alinear la gente a favor de las peores ideas
2024-03-18 14:47:20
Ojeando la prensa reciente encontramos algunos elementos comunes en los casos de agresión sexual, abuso y violación contra las damas, principalmente, se trata de varios episodios reseñados por los medios locales y nacionales, en los que es notoria la intentona de estrangular a la mujer en pleno orgasmo, o en medio del clímax precedente, experimentados por el hombre tras el uso del sometimiento por la fuerza a una víctima en incapacidad de resistir al ataque, por lo general drogada con antelación, sin darse cuenta.
Algunos sicoactivos de uso social común y en alza, facilitan el estropicio contra el sexo femenino en una época dominada por criminales de diferentes pelambres, posiciones, orígenes, inclusive dignidades y notoriedades. Se podría pensar, entonces, en la presencia de 'varoniles' sicopatías recurrentes luego de la penetración vaginal, al punto de llegar a matar a la fémina, a la presa, por igual, en comportamientos animalizados, de la misma naturaleza, tal vez defensables para la ciencia jurídica...
Se habla también de las milenarias prácticas sadomasoquistas que incluso pueden lograr el consentimiento de la mujer excitada, apasionada, encaprichada. El sexo allí se transforma en inefable por las disímiles reacciones de los seres humanos practicantes. Es un asunto impredecible, y de ese tema poco se habla en público. Las modalidades sexuales darían para llenar una extensa biblioteca, sin sonrojarse por sus contenidos estrambóticos, por sus tendencias a veces mortales.
Son como virtuales cámaras del feminicidio, del cadalso, podemos añadir a ellos una conducta criminal que en la soledad de una alcoba goza de una abierta impunidad. En Colombia, las autoridades judiciales hacen caso omiso de los hechos en que la mujer de estratos sociales bajos y medios es violentada por su pareja, incluso cuando sufre tentativas de homicidio, tal como lo registran programas periodísticos de televisión nacional, como Séptimo Día y otros afines.
En Neiva, una conocida secretaria del municipio, a más de atragantarse con el cañón de un arma de fuego introducida en su boca repetidas veces por su amante energúmeno, también soporta las permanentes tentativas de estrangulamiento que el hombre practica para esclavizarla y someterla a sus caprichos. El sujeto pretende despojarla de sus bienes y activos, conseguidos durante una vida productiva de varias décadas. La mujer no posee medios de defensa ante los ataques del perpetrador, sucedidos a la vista de su propia familia acompañante en un elegante condominio de la ciudad.
De otro lado, el fotógrafo Cruz, reconocido en Bogotá por su trabajo profesional en desarrollo de ocasiones memorables para la comunidad, de corte social, sedó a una colega suya mediante un bebedizo farmacológico suavizado con cerveza en lata, al interior de un apartamento familiar, la violó e intentó estrangularla para concluir su faena amatoria.
La mujer recuperó la conciencia en medio del ahogamiento y logró huir de la escena del crimen. Un hermano del victimario, dueño de la vivienda, facilitaba los ataques sexuales del bribón ,afamado fotógrafo de quinceañeras en celebración (!)- . Se supone, de acuerdo con la joven denunciante agredida, que no era la primera vez que el granuja violaba a sus acompañantes.
El silencio temeroso suele acompañar a las agredidas por estos individuos depravados, pues su irreparable desgracia alcanzaría el dominio público y el señalamiento social.
