Fecha de publicación: 2024-07-07 10:37:50
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2024-07-07 10:37:50
Los “bochinches” del Festival
Si algo queda claro tras la culminación de las festividades Sampedrinas, es que estas deben evaluarse al detalle y propiciar cambios que vayan en su beneficio y nos permitan garantizar su autenticidad e importancia con el paso del tiempo. Es innegable que este año fue la “tapa” de todo y más que pretender hacer señalamientos, de lo que se trata es de poder avanzar y construir un nuevo modelo acorde con las realidades.
Las fiestas están en crisis, no hay novedad, todos los años es lo mismo. Debiera conformarse un comité que evalúe detalladamente las denuncias que por montón hizo la ciudadanía, muchas de ellas con razón, otras no tanto. De nuestra parte algunas consideraciones que pensamos son valiosas y que ponemos en este espacio para que si les parece las incluyan.
1. Hay que quitarle las fiestas a los parejos, los peluqueros, asesores de imagen. Esto le está haciendo mucho daño al festival. Suelen ser más importantes e influyentes estas personas que la propia organización de las fiestas. Las directivas deben tomar las riendas y producir un manual. Establecer un documento detallado y profundo con reglas de juego claras, poniendo límites a la injerencia y al papel que deben cumplir. Más del 80 por ciento de los escándalos del Festival se generan por influencia directa o indirecta de estos actores que hacen parte de las festividades.
2. La organización del festival no puede seguir siendo arte y parte de las decisiones que se toman durante el desarrollo de las fiestas. Una de las quejas más recurrentes es que dentro del equipo asesor y colaborador hay personas que tienen sus propios grupos de danzas, teatrales etc, además preparan y asesoran candidatas, ello va en detrimento de las garantías y produce un conflicto de intereses que le hace mucho daño al prestigio y seriedad de la organización cuando deben tomarse decisiones. O se apartan de la organización o se apartan de sus intereses, pero lo uno con lo otro ya no puede seguir.
3. Los procesos de contratación no pueden seguirse haciendo con personas de la propia organización. Hay denuncias serias y graves que comprometen la imagen institucional. Debe haber plena claridad, se deben presentar informes detallados respeto de las empresas y personas que fueron vinculadas, pero además con quienes se firmaron otro tipo de contratos.
4. Hay que ponerle atención a los eventos que de verdad son relevantes. El reinado ha acaparado los focos y se lleva la mayoría del presupuesto. Los eventos culturales y tradicionales no cuentan con la debida difusión, poco público. Hay que mirar y aplicar estrategias para cambiar esa constante.
5. Las reinas no pueden estar por encima de la organización y tampoco se puede seguir alimentando el capricho de los mentores o patrocinadores. Lo ocurrido en el desfile de las reinas nacionales es una muestra clara de lo que no se debe permitir. En estos desfiles además de la reina saliente, debe estar la reina popular, porque es la reina de las fiestas y las reinas participantes, nadie más y eso debe quedar claro.
6. La gente no es boba, la gente ahora se informa. Ojo con seguir dándole mayor importancia a los patrocinadores. O patrocinan el reinado o patrocinan a las reinas. Esa doble condición hace daño. Este y otros años se sabe que los patrocinadores siempre tienen un tratamiento especial si hay reinas a las que apoyan. Este año por ejemplo la candidata de Casa Roldán, se sabía que sería protagonista, porque era familiar del diseñador José Luis Roldán.
No hay duda, las fiestas requieren un proceso de reingeniería. Se han desnatularizado.
