Fecha de publicación: 2024-03-18 15:15:41
La mayoría consideró que la propuesta de matrícula cero no tenía claras las fuentes de financiación
2024-03-18 15:15:41
A menudo, los jóvenes se ven marginados de la política y en la toma de decisiones convencionales, están en una constante lucha por ganarse el respeto de los funcionarios públicos y de manera equivocada se les considera carentes de habilidades, que poseen poca experiencia para el desarrollo de actividades políticas y de liderar cambios positivos en la ciudadanía. Esta exclusión combinada con oportunidades educativas, económicas y laborales limitadas deja a los jóvenes frustrados.
Los jóvenes necesitan oportunidades reales para participar en los procesos políticos y contribuir a las soluciones prácticas que promuevan el desarrollo. Cuando se les ofrece la oportunidad de organizarse, expresar sus opiniones y desempeñar un papel significativo en la toma de decisiones, los jóvenes demuestran constantemente su voluntad y capacidad para fomentar un cambio positivo y duradero. También es más probable que exijan y defiendan la democracia y adquieran un mayor sentido de pertenencia.
Muchos jóvenes lo han entendido bien, han propiciado escenarios simbólicos, en los que canalizan ese gran enojo y esa frustración con la que salen a las calles. Los jóvenes son críticos y fuertes, no quieren seguir siendo infantilizados, callados, ignorados, no quieren seguir siendo invitados de piedra a la construcción de un futuro que les concierne, no quieren verse reflejados por una generación de viejos dirigentes que los relegan y criminalizan.
Mientras la sociedad siga poniendo en desventaja a los jóvenes, solo por el hecho de ser jóvenes y los sigan rotulando de inexpertos, no será posible alcanzar el desarrollo y bienestar de la humanidad, reducir las desigualdades, fortalece las economías y crear sociedades más justas y estables, de modo que se beneficien todas las personas.
Es fundamental que los jóvenes participen en procesos políticos formales y tengan voz en la formulación de la política de hoy y de mañana. La participación política inclusiva no es solo un derecho político y democrático fundamental, sino también es crucial para la construcción de sociedades pacíficas, con políticas que respondan a las necesidades específicas de esta nueva generación. Para que los jóvenes estén adecuadamente representados en las instituciones políticas, los procesos, la toma de decisiones y en particular en las elecciones, deben conocer sus derechos y recibir los conocimientos y la capacidad necesarios para participar de manera significativa en todos los niveles.
Las nuevas generaciones son retadoras, valientes, atrevidas y empáticas, llamadas generación de cristal, no porque sean débiles, sino porque son transparentes en sus valores, no permiten que se repita lo que se hacía mal en el pasado, no se conforman con lo simple y buscan un mundo mejor. Los jóvenes hacen parte de esos nuevos liderazgos, los líderes son aquellos que influyen de manera positiva en sus seguidores, ayudándolos a mejorar sus aptitudes y capacidades, sobre todo, para que con acciones, ideas y propuestas les permitan crecer de manera personal, profesional y generacional.
Los jóvenes van a dialogar, argumentar y proponer, de eso estoy completamente segura.
