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Cadáveres de jirafas exponen la sequía que atraviesa Kenia
El fotógrafo y periodista Ed Ram captó algunos cadáveres de jirafas en su visita al poblado de Eyrib, a 450 kilómetros de la capital de Kenia. Las fotografías exponen la sequía que atraviesa este territorio.
Los efectos de la crisis climática provocada por las distintas actividades humanas son cada vez más evidentes. En los últimos días la sequía que azota al este de Kenia está cobrando la vida de miles de cabezas de ganado, animales salvajes y amenaza la seguridad alimentaria de la población local.
En noviembre de 2021, el Centro Sabuli de Conservación de Vida Silvestre ubicado en el condado de Wajir, al este de Kenia, dio a conocer la muerte de once jirafas en redes sociales tras el empeoramiento de una sequía impulsada por la falta de lluvias desde septiembre.
Un mes después, el fotógrafo y periodista Ed Ram captó algunos cadáveres de jirafas en su visita al poblado de Eyrib, a 450 kilómetros de la capital. Según el fotógrafo, la población local asegura que no ha llovido en los últimos dos años y se trata de la sequía más intensa desde que tienen memoria, un dato respaldado por las cifras oficiales que estiman, ha caído menos del 30 % de lluvia promedio en la región en el último año.
Los restos de las jirafas en descomposición captados desde el aire muestran que murieron después de quedar atrapadas en el barro mientras trataban de beber en un depósito casi seco.
En el último año, Madagascar ha enfrentado dos sequías extremas consecutivas, consideradas las peores de los últimos 40 años. Según Naciones Unidas, 1.3 millones de personas en la isla enfrentan inseguridad alimentaria, una situación alarmante considerada como la primera hambruna del cambio climático.