Fecha de publicación: 2024-03-18 16:24:50
La mujer enfrenta 15 años de cárcel por intento de homicidio
2024-03-18 16:24:50
Se anhela, se posee y se ejerce implacablemente. Un hombre poderoso es un peligro encarnado, un fracaso de la comunidad humana, una prueba fehaciente de que Dios fue imperfecto en su creación.
Quizás fue la razón para que Foucault tomara la película de Luis Buñuel, Los olvidados , como objeto de análisis, para ilustrar su visión del Poder ,, en la ya remota conferencia dictada en el Colegio de Francia a finales de los años setenta.
Comencemos por recordar el entramado de la película: Jaibo, joven adolescente, jefe de una pandilla de barrio, sale de una correccional. Quiere vengarse del joven quien se supone lo denunció. Con la ayuda de Pedro, no con la complicidad, mata a traición al supuesto delator. A partir de ese momento, Jaibo y Pedro están unidos por el asesinato y ambos deben huir de la policía, cada uno por su lado. Jaibo actúa como el macho alfa de la pandilla mientras que Pedro intenta inútilmente recuperar el amor de su madre. Todos los intentos son fallidos: los diferentes trabajos y la casa correccional, nada reivindica al Pedro ante su madre. Como una buena obra de arte, aquí no hay moralismo alguno. Nadie es bueno o malo, todos son víctimas de diferentes victimarios, unas veces la sociedad, otras veces el destino.
Jaibo y Pedro son dos caras de un mismo personaje, los dos se complementan, uno es el que aún vive en el hogar y el otro, el que ya anda sin hogar. Después de una serie de circunstancias, Jaibo asesina a Pedro y la policía asesina a Jaibo. La imagen final, como casi todas, son dolorosas metáforas: el ser más puro de la película, la bella Meche, y su abuelo arrojan a Pedro en un basural.
Película con intenciones artística, cine arte al estilo Buñuel. Filmada en blanco y negro con fondos oscuros como la vida de sus protagonistas, la clase social fracasada. Los desechables del sistema capitalista. El que, en su voracidad, ha creado la estirpe de los miserables, la zona social de los fracasados.
Como película con intenciones estética, se considera obra abierta. Admite diferentes lecturas, infinitas interpretaciones. Permite la percepción sociológica, psicológica, filosófica, económica, estilísticas hellip, Pero, para la actual conferencia, se la vio en sus relaciones de poder. De poder político, poder implacable, poder sin Dios, poder brutal hellip,
Poder que se manifiesta como un entramado. Surge en las altas esferas del Estado capitalista y desciende por todos los estratos medios y bajos. Enorme árbol que clava sus raíces hasta lo más profundo de la tierra.
Opera a través de organismos gubernamentales: Estado, policía, ejército, colegios y demás instituciones, hasta alcanzar los estratos más bajos. Como el torrente sanguíneo que bombea sangre desde el corazón hasta llegar a los vasos capilares más lejanos del cuerpo. Vasos capilares del poder que Foucault llama la microfísica del poder ,. El poder en manos del otro, del que me rodea y de mí mismo. El infierno son los otros ,, decía Jean Paul Sartre. Pero yo agregaría que el infierno también es uno mismo.
Poder que se manifiesta verticalmente. Se ejerce de arriba hacia abajo en forma implacable como lo muestra en la película. Tres son los niveles: Primero: las ciudades nacidas del capitalismo, sus problemas irresolutos, solubles quizás en el futuro. Segundo: la correccional de donde salió Jaibo, institución inservible, no resolvió ningún problema, la víctima sale tan delincuente como entró. Finalmente: el barrio donde se desarrollan los acontecimientos, los dramas de la pobreza, los desastres del poder entre los olvidados.
Jaibo se comporta como el más poderoso de la manada. É,l, que antes había sido un dominado por la correccional, ahora ejerce como un dominante ante los chiquillos de la banda. Ejerce poder sobre Pedro, intenta violentar a la adolescente Meche. Incluso, ejerce poder sobre la madre de Pedro, la que logra conmover contándole su pasado de desechado por el poder total. Como todo poder, el de Jaibo es implacable, corrupto y asesino.
Por su parte, la madre de Pedro, víctima del poder total, desechada en lo más bajo de la escala social, llena de hijos sin padres y de miseria, ejerce el poder sobre Pedro. Como todo poder, lo ejerce sin ninguna pizca de amor, sin ninguna posibilidad del perdón, sin ninguna alternativa de la redención. Pedro será rechazado por su propia madre. A ella sólo la transporta del poder que es implacable, intolerante, inhumano. Todo operador del poder se deshumaniza.
Sólo queda el personaje de Pedro, el último de la escala social, el último entre los últimos. El vaso capilar donde llega el poder, pero carece de víctima para ejercerlo. Padece el poder de todos, pero no tiene con quién ejercerlo, con quien desahogarse. Le queda, entonces, el poder sobre la gallina. Así como Jaibo asesinó al supuesto delator, con una tunda de golpes a palo, así Pedro asesina una gallina. Ejerce el poder hacia abajo, a lo más bajo de la escala. Más abajo de lo humano.
Poder que tiene injerencia en la vida física y espiritual de las personas. Las contamina con su fuerza, las deprime con su potencia. Poder político fundado en la fuerza económica, en la acumulación de bienes. Poderosos son aquellos que más tienen. Más poderoso es aquel que más tiene. Relación de fuerza, de sometimiento, donde el más fuerte degrada la vida material del sometido. De allí, el cuadro de gente empobrecida de la película, el último desecho de ese lamentable fenómeno, los que económicamente carecen de una vida material.
Pero, el poder tiene también injerencia en la vida psicológica de los sometidos. Los aliena, los vuelve insensible. Se pierde el amor como sucede con la madre de pedro o el niño abandonado por su padre o los ataques violentos contra el ciego. El poder político es incompatible con cualquier forma del amor. Es fuente de desamor y, lógicamente, de despiadadas violencias.
Otras películas realizadas bajo el mismo concepto de Foucault, resultan profundamente violentas. Recordemos algunas: El nido de cocó (Atrapado sin salida) Milos Forman, La naranja mecánica. Stanley Kubrick, Los 400 golpes, Fran ccedil,ois Truffaut, El show de Truman, Peter Weir, La caza, Thomas Vitemberg hellip,
Lo afirmaba un poeta español, Antonio Gala, cuando comparaba el poder con el nogal. Nada crece bajo sus sombres, excepto la pobreza, la miseria, la violencia, la muerte material y humana de los olvidados.
