Por: Juan Camilo Rojas

Antonio Sanguino, exjefe de gabinete de Claudia López y exsenador de la Alianza Verde, será el nuevo ministro de Trabajo. Su principal reto será sacar adelante la reforma pensional y la reforma laboral.

Antonio Sanguino nació el 1 de junio de 1965 en Ocaña, Norte de Santander. Su vida política comenzó en el activismo estudiantil, primero en el Colegio Nacional Loperena y luego en Bucaramanga, donde estudió Sociología en la Universidad Cooperativa e Historia en la Universidad Industrial de Santander. Durante esta etapa, se vinculó a movimientos como Frente Estudiantil Sin Permiso y A Luchar, cercanos al ELN, aunque sin participar como combatiente.

En 1994, en el gobierno de César Gaviria, participó en la desmovilización de la Corriente de Renovación Socialista (CRS) en Sucre. Luego sería pieza clave de la Corporación Nuevo Arco Iris, una ONG enfocada en la investigación del paramilitarismo, donde ejerció como director y presidente por más de una década.

Su trayectoria en cargos de elección popular comenzó en 2007, cuando fue elegido concejal de Bogotá por el Polo Democrático Alternativo. En su gestión, trabajó en políticas para la inclusión social, la generación de empleo juvenil y la defensa de los derechos de la comunidad LGBT. En 2009 se unió al Partido Verde y en 2011 fue reelegido como concejal, obteniendo la segunda mayor votación de su colectividad.

En 2018, llegó al Senado con la Alianza Verde, donde se destacó por su trabajo en temas de derechos humanos y desarrollo social. El 4 de julio de 2022, asumió como jefe de gabinete de la Alcaldía de Bogotá bajo la administración de Claudia López.

Ahora, como nuevo ministro de Trabajo, Sanguino enfrenta el desafío de implementar la reforma pensional y avanzar con la reforma laboral, actualmente en su tercer debate en el Senado. Su llegada al ministerio ha generado expectativas sobre la orientación de estas reformas y el impacto que tendrán en el país.