Fecha de publicación: 2024-03-18 10:42:29
En esta oportunidad entregamos en OPANOTICIAS una reflexión humana coincidiendo con una de las películas del momento y las protestas que se ven por estos días a nivel nacional
2024-03-18 10:42:29
Por: Zully Mora Cubillos[1]
[1] Maestra de infancia. Magister en Desarrollo Educativo y Social, Esp. En Gestión Pública y Licenciada en Educación para infancia.
Amigo lector en la calidez de su sala, en la comodidad de su cama, en el pasillo de un autobús, en la silla del parque, en la fila del banco, dónde se encuentre ahora, lo invito a hacer una pausa. Siéntese plácidamente y déjese llevar por este corto texto, que busca suscitar la reflexión sobre nuestras prácticas, pensamientos y movimientos cotidianos, algunos conscientes, otros poco, pero finalmente se convierten en acciones que generan o limitan nuestras posibilidades de calidad de vida.
Si usted ya vio o no ha visto la cinta el Joker, lo invito a verla, sentirla y dejarse llevar por esta narración donde ciudad Gótica arde en llamas, nada lejano de lo que pasa acá. De eso se trata éste texto, un breve acercamiento a la narrativa propuesta por el Director Todd Phillips e interpretada por Joaquín Phoenix, y la situación que afronta nuestro país, como un paro nacional donde hoy marchan diversas agremiaciones y colectivos sociales para pedir dignidad y condiciones básica de ciudadanía. En este escenario, la pregunta que acompaña la reflexión del texto se concentran en el ,cómo resguardar las infancias en tiempos oscuros?
Para ello, lo invito a preguntarse lo siguiente: ,considera importante resguardar las infancias? si la respuesta es afirmativa o negativa, por favor siga leyendo el texto, tal vez usted haga parte de ese número estadístico que cree que todo está perdido, que aquí no pasa nada, ni pasará nada, producto de nuestra herencia cultural, de eso que nos genera indignación a muchos compatriotas: la indiferencia y la corrupción en todo nivel, le confieso que también me pasa. Sin embargo, la respuesta a las siguientes preguntas: ,por qué es importante resguardar las infancias? y ,para qué resguardarlas? me devuelven la cordura y me invitación a trabajar desde mi lugar en el mundo, ese espacio íntimo donde se construye lo político, donde tengo la posibilidad de mirar a los ojos a los niños y las niñas que acompañan mi vida, y se muestran como maestros incesantes ante cada una de mis acciones en diferentes situaciones, así me hago más consciente, más presente y más amor.
Volvamos a la trama del Joker, al cierre de la cinta, la ciudad Gótica arde en llamas, el fuego es un elemento utilizado como símbolo de destrucción, producto de la miseria humana y la incapacidad de ponernos en los zapatos del otro. En este caso, de un triste payaso que sufre una enfermedad mental, debido a la decisión errada de un grupo de asistentes sociales que le entregan un pequeño niño a una mujer desequilibrada mentalmente, otra víctima de las lógicas sesgadas del sistema. Arthur Fleck con pocos meses de edad, es entregado al cuidado de Penny Fleck, quién en adelante será su tutora y actuará como su madre. Sin embargo, la predisposición fisiológica de la mujer le impide asumir su maternidad como sostén, calidez, cuidado calificado y todos los adjetivos que como sociedad moderna , atribuimos a esta tarea.
Ella no tenía cómo ofrecer a este pequeño niño ninguna de éstas condiciones, su desequilibrado mundo mental impidió la construcción de un ambiente sano y significativo para Arthur. Por el contrario, Penny Fleck se ofrece como objeto a distintos hombres, quienes ejercen sobre ella y su pequeño hijo múltiples actos de violencia en repetidas ocasiones. La situación de mayor crueldad vivida por el pequeño Arthur, se encuentra narrada en un expediente viejo de color café, guardado en un archivo de ciudad Gótica: fría, lúgubre, distante y miserable, un documento con más de 30 años. Se trata del triste y desgarrador testimonio sobre el estado en que la policía encuentra al pequeño Arthur, amarrado a un radiador, abusado sexualmente por uno de los novios de Penny Fleck y con varios golpes en su cabeza que generan un desorden mental en el niño y una vida miserable como adulto.
Su madre adoptiva, a modo de juego triste y ruin, le pone el adjetivo de feliz a Arthur, para explicar al pequeño los desaforados ataques de risa que sufre previo al momento cumbre de los episodios de su enfermedad mental: el pánico, ,le parece cercana esta escena? sí, este episodio lo viven a diario nuestros niños y niñas, producto de un mundo desequilibrado, de la enfermedad mental que agobia nuestras ciudades y campos: la guerra, la falta de oportunidades, la violencia en todas sus expresiones y los adultos cansados haciendo exigencias a los niños lejos de la creatividad y los dones propios de ese momento de Vida. No vayamos lejos, niños utilizados como instrumentos en los autobuses para vender sentimientos a cambio de un par de monedas, niños expuestos en los semáforos para endulzar con una cajetilla la falta de dignidad y coraje de los adultos para construir y ofrecerles otro tipo de relaciones con el mundo, niños de nuevo como parte de las filas de la guerra interna, despojados de sus juguetes, de sus afectos, de la familia, y expuestos como trofeos de guerra por el Gobierno de turno.
Aquí no se trata de actuar como la inquisición y juzgar sin contexto, se trata de buscar soluciones entre todos a partir de nuestras capacidades y posibilidades, de construir sobre lo construido y de actuar desde un lugar equilibrado como adultos, para resguardar el tesoro de la infancia, ese momento sutil donde la imaginación, la creatividad y el cuerpo en toda su extensión es magia, capacidad de transformación, reconstrucción, fuego, fuego nuevo que arde. Fuego distinto al que arde en ciudad Gótica al cierre de la cinta, ese fuego que penetra los pequeños ojos del hijo de Thomas Wayne, cuando ve como dos hombres con mascara de Joker le arrebatan la vida a su padre y su madre, todo en un instante, ese fuego que escuchan muchos compatriotas en sus pequeñas parcelas o en el campo de concentración donde crecen algunas de nuestras pequeñas infancias.
Aprovecho este momento para invitarlo a pensar en lo ha y está sucediendo en el marco del paro nacional cuando distintos ciudadanos y colectivos marchan en nombre de la dignidad del país. Ahora déjeme preguntarle, ya pensó en ,cómo resguardar a las infancias que tiene cerca?, ,cómo explicar lo que está pasando?, ,cómo evitar que se conviertan en instrumentos políticos? Hace poco tuve la oportunidad de conocer tres maneras de interacción entre el mundo adulto y las infancias de nuestro país hermano, Chile, quien lleva más de un mes en un ejercicio político de tomas en las calles para reclamar lo legitimo y legal como ciudadanos, y quienes han sido víctimas de distintos tipos de abuso por parte de la fuerza pública, como: abuso sexual a las mujeres, desaparición forzada, mutilación y perdida de la visión por causa del tipo de artefactos utilizados en nombre del orden público, por parte del gobierno, nada justifica la violación al derecho a la libre expresión.
A continuación, comparto mi punto de vista y algunas propuestas para responder al ,cómo?, que se me ocurren para resguardar a las infancias en momentos de crisis, esa constante que vive el país. Hace poco ví en una red social como circulaban algunas imágenes de niños y niñas chilenos, en algunos espacios de protesta y me pregunté: ,qué pueden estar sintiendo los niños y las niñas de éstas fotografías?, ,quién los acompaña?, ,por qué están allí?, ,alguien les explicas lo que pasa? si es así, ,cómo les explican lo que pasa? Sin duda, estos cuestionamientos son válidos a puertas de un futuro paro y una constante sensación de amargura, indignación, tristeza, frustración, impotencia y todos los adjetivos que usted pueda pronunciar producto de la crisis que llevamos viviendo como país, cercanos a la ciudad Gótica vivida por Arthur Fleck. Una guerra heredada que no acaba y con el gobierno de turno se acrecienta, nos dividimos ideológicamente y se nos olvida que somos los mismos.
,Se trata de la instrumentalización de la infancia? o existen prácticas reales de vinculación de los niños y niñas en el proceso?, ,estamos cuidando las infancias?, ,exponemos las infancias? o despojamos a los niños y las niñas de la posibilidad de vivir a plenitud su infancia por nuestra falta de cordura y poca capacidad de relación?
Aquí dejó otra escena, se trata de Rafa de cinco años, vive en Santiago de Chile con sus padres, seres extraordinarios, ambos profesionales en arquitectura y hoy padres de tres bellos niños. Rafa siempre se ha caracterizado por su amor hacia el dibujo y a partir de lo que vive el país y el acompañamiento cualificado de sus padres, creó este ser fantástico, se trata de Pareman[2], quién con su escudo tiene el poder de parar con las injusticias. Esta imagen a mi modo de ver, nos invita a aproximarnos a esta realidad desde los ojos de un niño, que captura su presente y plasma de manera detallada en un ser fantástico el deseo de paz y tranquilidad, y representa la capacidad de empatía del niño hacia sus compatriotas. Sin embargo, nos deja el sin sabor de la crueldad que viven los niños y las niñas de América Latina.
Por último, se encuentra la propuesta pedagógica del colectivo @revistalamochila y @plopgaleria, quien, a través de un cuento corto y una serie de láminas ilustrativas[3], explica de manera respetuosa a los niños y las niñas lo que está sucediendo, todo cercano a su sentir y su desarrollo infantil. Ellos se ocupan del cómo en cada detalle, manteniendo siempre como actores principales de la narración a las infancias.
Después de mi narración y las escenas que le acabo de compartir sobre la vivencia de las infancias en contextos hostiles, le pregunto, ha pensado ,cómo abordar este suceso de paro nacional y todo lo que está pasando en casa, en la calle, en la escuela con sus infancias cercanas? Este fenómeno masivo es una oportunidad para darle lugar consciente a lo íntimo en lo político, sentipensando, construyendo en colectivo y resguardando las infancias, como tesoros incalculables de lo humano.
Aquí comparto algunas propuestas a manera de ritualito, para acompañar nuestras infancias, en tiempos oscuros, en tiempos de crisis.
Primero, piense y sienta como niño o niña, ,cómo le gustaría que lo tratarán?, ,cómo le gustaría que fuera el mundo adulto con su niño? Ahora que ya tiene algunas respuestas, lo invito a dejarse llevar por su niño interior y cuando se aproxime a un niño o niña, permita que la sensación y el entusiasmo por el juego, la creatividad y el goce se apoderen por un momento de su ser, no se limite, concédase el permiso.
Segundo, acérquese de manera amorosa, respetuosa y cálida a las infancias, siempre mirando a los niños y las niñas a los ojos, y a su altura, recuerde que tiene a su lado un tesoro, un invaluable tesoro.
Tercero, invite a los niños y las niñas a que le cuenten a través de un juego, una narración o una canción, lo que están sintiendo, lo qué les gusta, lo qué no les gusta, lo que los hace felices, lo que los pone tristes, generalmente la tristeza y la frustración de los niños y las niñas se manifiesta a través de una pataleta, son las formas que tienen para comunicar, lastimosamente no contamos con las herramientas suficientes para asumir la situación, y en ocasiones nos desborda, pero ahí está el reto, en eso consiste el juego, recuerde que usted es su referente, es su adulto significativo.
Cuarto, los niños y las niñas han abierto su alma, le han contado qué sienten y por qué lo sienten, ahora es el momento de cambiar la historia del Joker, de dar un giro a la narrativa, de eliminar la instrumentalización de la infancia y generar espacios verdaderos de participación, de asumir la responsabilidad vincular de manera amorosa, cálida y cualificada, los sentires de los niños y las niñas, de resguardar su alma y de custodiar la infancia. Ya es un guardián de la infancia, en etapa inicial, y vendrán batallas, sin duda unas más fuertes que otras, pero ustedes que ha tenido el valor de acercase a las infancias con respecto y la fortuna de contar con la apertura de sus almas, seguro tiene la capacidad de sanar su propia infancia.
Quinto, concéntrese en su felicidad, en agradecer lo cotidiano, en resignificar las prácticas que siente que lo ponen lejos de ser un adulto significativo y un niño incapaz de gozar a plenitud cada instante.
Por último, buen viento y buena mar en la práctica del ritualito, permítase sentir y vivir el mundo con ojos de niño. Gracias por acompañarme en éste viaje. Me gustaría conocer su experiencia, así que anímese a dejarme sus comentarios.
[1] Tomas de la red social Facebook, recuperadas el día 17 de noviembre de 2019.
[2] Tomas de la red social Facebook, recuperadas el día 17 de noviembre de 2019.
[3] Tomas de la red social Facebook, recuperadas el día 17 de noviembre de 2019.
