Por: Juan Camilo Rojas

Tras su aprobación en segundo debate en la Cámara de Representantes, la reforma a la salud impulsada por el gobierno de Gustavo Petro avanza hacia el Senado, donde enfrentará un escenario decisivo y potencialmente más complejo. Con cambios profundos en el sistema de salud, como la centralización de recursos en la ADRES y la transformación de las EPS, el proyecto busca superar un tercer debate en la Comisión Séptima del Senado, instancia que ya hundió una versión similar en 2024.

Este jueves 6 de marzo de 2025, la Cámara de Representantes aprobó en segundo debate la reforma a la salud, uno de los proyectos bandera del gobierno de Gustavo Petro. Con 90 votos a favor y 28 en contra, la iniciativa logró superar uno de los obstáculos más difíciles en su trámite legislativo. Sin embargo, el camino que le espera en el Senado no será fácil, especialmente en la Comisión Séptima, donde una versión anterior de la reforma fue archivada en 2024.

Los cambios clave de la reforma
La reforma aprobada introduce transformaciones significativas en el sistema de salud colombiano. Uno de los puntos más destacados es la designación de la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (ADRES) como el pagador único del sistema, lo que implica que las Entidades Promotoras de Salud (EPS) ya no manejarán directamente los recursos públicos. Esta medida ha generado críticas de sectores opositores, quienes argumentan que la ADRES no tiene la capacidad operativa para asumir estas nuevas funciones.

Además, las EPS se transformarán en Entidades Gestoras de Salud y Vida (EGSV), perdiendo su rol como gestoras del riesgo financiero y desvinculándose de la propiedad de clínicas y hospitales. Este proceso de transición tendrá un plazo de dos años y buscará territorializar los servicios de salud, priorizando la atención en zonas rurales y apartadas a través de los Centros de Atención Prioritaria en Salud (CAPS).

Otro aspecto relevante es la creación del Fondo de Infraestructura y Dotación de la Red Pública Hospitalaria (FIDH), que buscará fortalecer la infraestructura de los hospitales públicos mediante recursos del Presupuesto Nacional, cooperación internacional y regalías.

El debate en la Cámara y los artículos polémicos
Durante la plenaria de la Cámara, uno de los artículos más controvertidos fue el 42, que proponía la elección de directores de hospitales públicos mediante concursos de méritos. Este artículo fue eliminado, lo que generó críticas incluso entre algunos aliados del gobierno, como la representante Martha Alfonso Jurado, quien advirtió que su eliminación podría fomentar la corrupción en la administración de los hospitales.

Por otro lado, se aprobaron artículos que otorgan facultades extraordinarias al presidente para expedir normas relacionadas con el régimen laboral de los trabajadores de la salud, incluyendo la regulación de jornadas justas, el pago de horas extra y la implementación de programas de salud mental y bienestar.

El camino hacia el Senado
El próximo paso para la reforma es el tercer debate en la Comisión Séptima del Senado, integrada por 14 senadores. Entre ellos, figuras como Martha Peralta, Wilson Arias y Ferney Silva han mostrado su apoyo al proyecto, mientras que senadoras como Norma Hurtado y Nadia Blel Scaff se han posicionado como críticas de la iniciativa.

La Comisión Séptima será un escenario clave, ya que fue precisamente en esta instancia donde una versión anterior de la reforma fue hundida en 2024. Los opositores argumentan que el proyecto carece de un análisis claro sobre su viabilidad fiscal y advierten sobre los riesgos de centralizar el sistema de salud.

Reacciones y perspectivas
La aprobación de la reforma en la Cámara ha generado reacciones encontradas. Por un lado, el Pacto Histórico y sectores afines al gobierno celebran el avance como un paso hacia una "salud con dignidad". Por otro, gremios como Acemi y la Andi han expresado su preocupación por la falta de claridad en la transición y el impacto que estos cambios podrían tener en la atención a los pacientes.

Bruce Mac Master, director de la Andi, señaló que "la reforma tiene muchos problemas, el principal es que no tiene en cuenta la atención a los pacientes". Por su parte, Ana María Vesga, de Acemi, criticó que la reforma no contribuye a una mayor transparencia ni a una mejor atención en salud.

¿Qué sigue?
Si la reforma logra superar el tercer debate en la Comisión Séptima del Senado, deberá enfrentar un cuarto y último debate en la plenaria del Senado antes de ser sancionada como ley. Sin embargo, el escenario en el Senado es incierto, y el gobierno tendrá que negociar con sectores de la oposición para asegurar los votos necesarios.

Mientras tanto, el debate nacional continúa, con un país dividido entre quienes ven en esta reforma una oportunidad para mejorar el sistema de salud y quienes la consideran un riesgo para su sostenibilidad y eficiencia. El futuro del sistema de salud colombiano está en juego, y los próximos meses serán decisivos para determinar el rumbo que tomará esta polémica iniciativa.