Fecha de publicación: 2024-03-18 14:25:59
El ciclista laboyano quien milita en Astana Pro Team realizó un trabajo maravilloso de principio a fin en su labor como gregario
2024-03-18 14:25:59
Orlando Rodríguez, residente en la calle 50 número 5 A- 35 del barrio Santa Mónica, convirtió su vivienda, antes apacible, en un elemento de perturbación para el vecindario. Varias parejas de jóvenes se reúnen con regularidad a distintas horas del día: tarde, noche y madrugada en el lugar, sin elementales medidas de bioseguridad, fumando como si estuvieran en un horno y bebiendo hasta el amanecer ,en San Pedro se alzaron la bata durante unas 12 hora continuas-. Como si fuera poco, muestran saber de memoria la música chatarra. Eso significa que la escuchan durante el transcurso del día, luego de abrir los ojos, sin medir sus efectos síquicos nocivos. Por supuesto, la gritería de sus coros, el volumen de sus voces, muchas palabras de grueso calibre, amenizan también a los insomnes vecinos (algunos se han quejado infructuosamente ante el abogado Rodríguez) en medio de la estela creciente de humo. Si la comunidad puede sufrir líos respiratorios propios de este tiempo funesto, la contaminación del cigarrillo encendido durante la juerga les imprime el puntillazo final a muchos pacientes domiciliarios, caseros, del sector. Su silencioso sufrimiento no conmueve a los jóvenes celebrantes, ni los llama a un recogimiento respetuoso. Sus padres y formadores, autoridades y agentes de socialización, guardan un estrafalario silencio sobre el particular. Estamos ahora frente a un segmento joven, algo parecido a los demonios apocalípticos de fiesta. Algunos de los moradores adyacentes registran cuadros de enfermedad, por lo que se sienten irrespetados sin solución aparente. En esas circunstancias, se puede afirmar que la vivienda ruidosa realiza actos contrarios a las recomendaciones de las autoridades locales en materia de bioseguridad, y se transforma en una peligrosa fuente de contagio de la pandemia para sus ocupantes y para el vecindario. En este momento, se recomienda a la ciudadanía evitar la realización de escandalosas fiestas caseras, limitar el uso de bebidas alcohólicas y de sicoactivos ,incluido el cigarrillo y otros condimentos-. Por igual, se condena el desconocimiento de elementales medidas de protección como el distanciamiento social, el lavado de manos y la colocación de mascarillas protectoras. Este curioso centro recreacional camuflado en la azotea de la señalada edificación cuenta con piscina desarmable, equipo de sonido potencializado (con planta eléctrica incorporada), cubierta parcial de ladrillo, suministro permanente de bebidas y tabaco. Podría tratarse de un negocio emergente, aunque su funcionamiento no tiene en cuenta el derecho al ambiente sano y libre del coronavirus, del prójimo. Llama poderosamente la atención el que su propietario represente en buena parte a la juridicidad oficial de la alcaldía de Neiva y a las políticas restrictivas diseñadas por el despacho de Gorki Muñoz Calderón para enfrentar eficazmente al COVID -19. Si estos hechos anormales provienen de un alto funcionario local, entonces, iexcl,apaga y vámonos!
