Fecha de publicación: 2024-03-18 14:27:24
A través de la Secretaría de Educación Departamental próximamente estudiantes de las zonas más deprimidas de los 35 municipios no certificados del Huila podrán acceder a paquetes de datos para facilitar sus estudios
2024-03-18 14:27:24
En estas últimas han muerto cerca de 50 personas. iexcl,50 personas en menos de un mes! En los casos, brilla con luz propia la impunidad.
El cuadro doloroso podría complejizarse si incluimos las muertes por hambre o falta de acceso a la salud, es decir, producto del abandono estatal, en el marco del nuevo Coronavirus, que tiene a Colombia peleando primeros lugares en estadísticas macabras.
Todo indica que el Estado colombiano desarrolla un auténtico culto a la muerte, la tanatomanía de la que hablaba el maestro Orlando Fals Borda o la necropolítica a la que se refiere el filósofo africano Achilles Mbembe. Y si lo anterior es poco, recordemos que el cumplimiento de los acuerdos de paz firmados entre el Estado y las FARC en La Habana no alcanza el 3 %.
Pero volvamos a las masacres. ,Cuál ha sido la respuesta estatal? Una mezcla de tres cosas. La primera, el uso de eufemismos, pues para el ministro de Defensa masacre , es un término periodístico y coloquial ,, por ello, en su lugar propone el uso de homicidios colectivos ,. La segunda, ha sido responsabilizar a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), cosa rápidamente desmentida. Y la tercera, el desvío de la atención con el caso Venezuela , y el fantasma del castro-chavismo ,, caballo de batalla del uribismo, arma de operación psicológica aceitada. Por supuesto, que en dicho caso , no hay alusiones a la presencia de militares norteamericanos en suelo nacional o a la participación en la avanzada invasora imperialista.
Es difícil establecer las razones y los responsables directos de cada una de estas acciones de barbarie, pero hay indicios temporales e históricos que abren grandes interrogantes. Veamos.
El pasado 16 de agosto, las periodistas Vicky Dávila y María Isabel Rueda de la Revista Semana, hicieron un publirreportaje al expresidente y exsenador, ahora presidiario Á,lvaro Uribe Vélez. En dicho reportaje, el prisionero número 1087985, vociferó contra las altas Cortes durante dos horas y media, manifestando que no le merecían respeto, señalándolas de procedimientos mafiosos y presentándose como víctima de una persecución judicial sin garantías procesales, se mostró como un perseguido político y un secuestrado en una hacienda de 1500 hectáreas, iexcl,208 veces el tamaño del predio de la Casa Blanca! Todo falso, patadas de ahorcado, puro veneno del fascismo. No mereció ninguna réplica de las periodistas.
En el publirreportaje, Uribe señaló que había que ponerse de pie e iniciar una campaña para evitar que el castro-chavismo ganara las presidenciales de 2022, en las figuras de Gustavo Petro e Iván Cepeda. El uribismo, es decir, el fascismo criollo, la ultraderecha gobernante, decidió prender los motores de su maquinaria electoral, y coherente con su cultura necropolítica, ha recurrido al combustible que la pone en marcha: la mezcla de terror y miedo. Pueden ser coincidencias, pero habría que considerar que las nueve masacres de agosto han sucedido después de la detención de Uribe.
Un segundo elemento a considerar es el copamiento de la médula estatal por parte del narcotráfico. Hoy, más que nunca, es evidente el narcoestado que nos gobierna. Veamos algunas perlas: (1) el presidente Iván Duque está siendo investigado por presunta infiltración de dineros del narcotráfico en su campaña electoral, en lo que se conoce como ñeñepolítica ,, (2) la vicepresidenta Martha Lucía Ramírez ha sido relacionada como socia comercial del narcotraficante y paramilitar Memo Fantasma , y recientemente se supo que su hermano estuvo preso en Estados Unidos por tráfico de alcaloides, (3) Fernando Sanclemente, tuvo que renunciar a su cargo de embajador en el Uruguay, luego de que se descubriera un laboratorio de procesamiento de pasta base en una finca de su propiedad, y, (4) Samuel David Niño, piloto de la campaña electoral de Duque, y hombre cercano a Uribe, recientemente desapareció en Guatemala piloteando una avioneta con cargamento de cocaína para el Cartel de Sinaloa.
El copamiento mafioso se completa con las siguientes desverg uuml,enzas: (1) Jorge Rodrigo Tovar, hijo del exjefe paramilitar alias Jorge 40 ,, fue nombrado por el gobierno de Duque como Coordinador de víctimas del ministerio del Interior, (2) Luis Gustavo Moreno Rivera, exfiscal anticorrupción fue detenido por corrupto, (3) Néstor Humberto Martínez, exfiscal general de la Nación está implicado en el caso de Odebrecht y el testigo clave en su contra fue asesinado con cianuro, y, (4) el congresista Eduardo Pulgarín, quien está ad portas de perder su investidura por irregularidades, es miembro de la Comisión de É,tica del Senado.
Todos estos elementos permiten sospechar que la mezcla de paramilitarismo, ultraderecha, mafia y poder político corrupto gobernante hacen de Colombia un Estado fallido e inviable. Pareciera que la maquinaria de muerte ha declarado una contraofensiva contra el pueblo colombiano y ha decidido apretar el botón macabro del exterminio popular. Un Estado desahuciado, pero amigo de los Estados Unidos. Un Estado que, como diría Darío Echandía, no es más que un orangután con sacoleva ,.
